Vestidos, miradas y citas.
Emma Walsh
El martes pasó deprisa, por la mañana había ido a clase y hecho mi último examen. Y para celebrarlo, las chicas y yo nos habíamos ido a comer a una pizzería de la zona. El haber pasado tiempo con ellas me vino bien, para poder dejar en segundo plano ese mal estar que sentía. No era un mal estar físico, sino todo lo contrario. Sentía que algo malo iba a venir, las sensaciones de esos últimos días estaban siendo agridulces y eso no hacía más que levantar mis sospechas de que algo no iba bien.
Lo hablé con Rain cuando volvíamos a la habitación después de comer, pero me dijo que quizá me sentía así por el cansancio de los últimos días. Y puede que tuviera razón, o puede que dijera eso para restarle importancia, el caso, es que sentía que algo no iba bien.
En cuanto a Erick y Alex, no había vuelto a hablar con los dos a no ser que fuera algo realmente necesario. Con Alex, las cosas, después de lo del beso en el salón, no habían sido tan incomodas como esperaba. El tener que estar con mis hermanos y encargarnos de ellos, nos había dejado muy poco tiempo para estar los dos solos, lo que fue un gran alivio. Con Erick, sí que era un verdadero lío. Sentía cosas realmente fuertes por él, pero las palabras de Hazel de hacia unas semanas no dejaban de rondarme la cabeza "Y si ahora las cosas no pueden ser entre vosotros, no pasa nada. Puede que seáis los indicados en el momento incorrecto" ¿Sería así? ¿Erick y yo estábamos destinados a estar juntos, pero no en este momento?
— Emma. —Dijo Rain, llamando mi atención. —¿Dónde estás?
— Perdona. —Dije pasándome las manos por el flequillo. —¿Qué decías?
— Hablábamos del baile. —Contestó Hazel. —Ya que Morgan nos ha abandonado y se ha ido con Gress a comprar cosas para la fiesta... Podríamos ir nosotras de compras también.
— Ni si quiera tenemos pareja para el baile. —Dije yo.
— Yo tengo. —Contestó Hazel.
— Y yo. —Añadió Rain.
— Vale. —Dije sonriendo. —Ni si quiera tengo pareja.
— Es cuestión de tiempo que Erick te diga que vayas al baile con él.
— Rain lleva razón. —Dijo Hazel. —Seguro que te lo pide en vuestra cita de mañana.
— Si vosotras lo decís... —Dije sonriendo y levantándome de la cama de Hazel. —Si queréis ir a por un vestido, no voy a ser quien os quite la ilusión.
— Genial. —Dijeron las dos levantándose de la cama.
— Nos vestimos y nos vamos. —Dijo Rain.
Mientras las dos se vestían, salí al balcón a tomar el aire, el tiempo que estaba haciendo era casi de verano. Mis ojos viajaron directamente hacia el balcón de la habitación de Erick, quien estaba fuera apoyado contra la barandilla. Como si hubiera sentido que lo miraba, dirigió su mirada hacia mí y le saludé con la mano.
Sin pensármelo, cogí el móvil y lo llamé.
— Hola. —Dijo cuando descolgó la llamada.
— Hola. —Le dije, mientras saludaba otra vez con la mano.
— ¿Cómo tú por aquí?
— A penas quedan pocos días para que esto se acabe, y quería aprovechar. —Quise decirle que también me apetecía estar con él, pero las palabras se agolparon en mi garganta.
— Normal. —Dijo.
— ¿Todo bien? —Le pregunté.
— Quizá si estuvieras aquí conmigo. —Dijo sonriendo, como si hubiera leído mis pensamientos.
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Quererte sin querer
RomanceEmma, soñaba con un amor de libros, donde la protagonista lo daba todo por el chico del que estaba enamorada. Pero se dio cuenta que en la realidad eso no existía, que no eran más que cuentos, que se le contaban a los niños para hacerles creer que e...