Vamos a comer-nos.
Emma Walsh.
— Emma...
— No. —Le interrumpí. —Si me vas a soltar cualquier excusa barata, cojo mis cosas y me voy. Prefiero antes tu silencio a una mentira.
— He discutido con mi padre. —Dijo y se sentó a mi lado.
— ¿Por qué?
— Se ha enterado de lo de la pelea...
— Joder, pero seguro que tampoco está tan enfadado, si lo hablas con él seguro que lo arregláis.
— No creo, y aunque pudiera no lo haría. —Confesó. —Mi padre no es muy de palabras, y menos conmigo.
— ¿Pero ¿qué te ha dicho?
— Básicamente que, si vuelvo a pelearme, bajar de notas, meterme en líos... que me internan en una escuela para chicos con problemas de carácter o algo así.
— Pero ya tienes dieciocho años.
— Pero sigue siendo mi padre.
— ¿Y tu madre qué piensa?
— Mi madre es la persona más buena del mundo. —Dijo sonriendo. —Si a día de hoy, soy lo que soy es gracias a ella.
— Es muy bonito eso que dices. —Le devolví la sonrisa.
— Pero no es todo tan bonito. Mi madre siempre apoyará lo que diga mi padre, le guste o no. —Se encogió de hombros. —Siempre ha sido así.
— ¿Y tus hermanos?
— ¿Qué pasa con ellos?
— ¿No decían nada?
— Mia y Jon son los niños de papá. Aunque es verdad que Jon ha salido, siempre que podía, en mi defensa.
— Eso está bien. ¿No? —Pregunté mientras le cogía la mano y empezaba a hacerle caricias.
— No ha servido para nada, pero siempre se lo he agradecido. —Dijo entrelazando sus dedos con los míos.
— Bueno, si te sirve de consuelo, mi relación con mis padres es nula. Ni siquiera vivo con ellos cuando no estoy aquí.
— ¿Entonces con quien vives?
— Con mis abuelos paternos, ellos han sido más unos padres que los míos.
— ¿Pero no te hablas con ellos?
— Si, y las fiestas, cumpleaños y todas esas cosas las pasamos juntos. Pero estar en mi casa es lo más parecido a morir. Nunca he estado cómoda allí.
— Seguro que no es para tanto.
— Lo es. —Aseguré soltando una carcajada. —Por eso siempre me escapaba a casa de Pol y Rain.
— No sabía que os conocíais desde hace tanto.
— De toda la vida. Nuestros padres son íntimos y somos casi vecinos.
— Ah... —Dijo Erick como si tuviera miedo a decir algo más.
— Suéltalo.
— ¿El qué?
— Lo que piensas.
— Ah eso... —Dijo sonriendo. —Es una tontería, pero ¿desde pequeña llevas enamorada de Pol?
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Quererte sin querer
RomanceEmma, soñaba con un amor de libros, donde la protagonista lo daba todo por el chico del que estaba enamorada. Pero se dio cuenta que en la realidad eso no existía, que no eran más que cuentos, que se le contaban a los niños para hacerles creer que e...