Mi Pobre Diablo (Yoontae)

Capítulo 43

¿Puede ver algo más maravilloso que la nieve?

Pero la nieve en cantidad increíble e inigualable, eso observo, unas montañas cubiertas de nieve por completo al igual que los árboles y el suelo.

Amo la nieve, me encanta ver lo blanca que es, lo fría que se siente, el poder hacer ángeles con mi cuerpo, me gusta la época de invierno donde la nieve cubre por completo las ciudades, les hace dar un toque mágico, ayuda a que muchas cosas maravillosas se crean, hace que las personas disfruten jugar, que salgan a las calles a reírse, los niños corretean jugando y creando muñecos de nieve.

Me gusta la nieve cuando hace una corriente fría que me tostan mis acarameladas mejillas, mi aliento lo puedo ver por el frío, me gusta estar más acurrucado con la persona que amo y sentir ese calor que de su cuerpo brota, es arrullador.

Aunque eso no lo he hecho hace varios años por mi época de soltería pero siempre me gustaba estar así, acurrucarme entre los brazos que amo mientras me cobijan.

Observo todo el lugar blanco alrededor que quisiera adelantar la navidad.

— Amor — su dulce voz calienta mi corazón en cada mote de cariño que me dice — Ya debemos bajar.

Asiento quitando mi cinturón, agarro mis cosas cubriendome del frío por completo.

Hyung me dió varias mudas de ropas entre esas estaba un abrigo igual al que nos conocimos la primera vez, un abrigo en forma de oso pero más grueso.

— Me va a dar un infarto de tanta ternura — nana se agarra el pecho con drama.

— Eres demasiado tierno taetae — jin hyung se lanza a mi cuerpo seguramente a besarme pero halo a yoongi dejándolo en mi lugar — Ya no me simpatizas hermanito — le muestro mi lengua terminando de vestirme.

— Sueltame — gruñe hyung entre los brazos de mi hermano — Sueltame que hueles a namjoon.

— Ya quisieras tu oler a namjoon.

Inician una pelea que ya estoy acostumbrado, son demasiado distintos que muchas veces quieren matarse entre sí pero otras veces solo se sientan a tomar café como si nunca pelearan.

— Bajemos — la gruesa voz de Woosung se escucha por todo lo alto.

Me quedo al final igual que mi novio esperando que todos bajen, lo observo sonriente haciendo que su sonrisa se amplíe dejando ver sus dientecitos y mi corazón lata desesperado.

— ¿Y si nos quedamos aquí? — frunzo el ceño confundido — Podemos tener todo el sexo que queramos aquí en el avión.

Sube y baja sus cejas con picardia, ruedo los ojos acercándome a él, agarro su mano haciendo que camine detrás mío.

Todos están bajando mientras unas limusinas nos esperan con una pancarta que dice "familia Min"

— Deja de ser pervertido — lo regaño sintiendo sus manos bajo mi abrigo moviendose alrededor de mi pancita.

— Me es imposible hacerlo si te tengo a ti — da caricias alrededor de mi ombligo pero una corriente fría pasa por mi abdomen descubierto haciendome temblar.

— ¿Ya? — gruñe sejin hyung — No quiero más muestras de ese tipo — nos regaña señalandonos haciéndonos separar — ¿No les bastó follar anoche? Que siguen queriendo más.

Mis mejillas se calientan de vergüenza, yo creí que todos estaban dormidos.

— Bajen par de conejos cachondos — señala la escalera.

Bajo despacio delante de mi hyung, lo observo de reojo como sus mejillas están rojas de vergüenza, paso mi mano a mi espalda levantando el meñique que es agarrado por al instante.