Mi Pobre Diablo (Yoontae)

Capítulo 57

Le gruño a todos los presentes en la casa.

No se porqué motivo jin hyung me obligó a venir, estaba tratando de dormir un poco pero me llamó invitándome a cenar por algo de su embarazo.

Baby shower creo que se llama, realmente no lo sé.

Solo me la paso sentado todo el rato desde un mueble, alejado de todo el mundo, están todos aquí, jin hyung, namjoon, Jungkook, jimin, nana, sejin, Woosung, jinyoung, minho y yeontan.

Están sentados riéndose de algún chiste malo que dijeron pero no les presto atención a nada.

Solo me ahogo en mis penas al ver la gigantesca panza que jin hyung tiene y al ver la pequeña panza de jimin, tengo tristeza de saber que yo no vi al amor de mi vida en esa bonita etapa.

— Come yoongi — jin hyung me ofrece unos pasteles que el mismo hace.

Su embarazo le dió la habilidad de preparar dulces y eso me gusta porque aveces me los como.

— ¿Puedo irme a mi casa? No se para que motivo vine — dejo el pastel en la mesa de centro.

— Vienes porque eres mi familia, te caigo bien y porque los necesito a todos juntos antes de dar a luz.

— Quiero irme a mi casa hyung, no me siento cómodo aquí — suelto un suspiro cansado.

— No te vayas — se intenta sentar a mi lado pero no puede — NAMJOON.

— Si mi rey — el mencionado corre al llamado.

— No me puedo sentar — gruñe enojado y luego hace un puchero.

Me lo quedo viendo raro por sus cambios de humor demasiado rápidos.

— Entonces quédate parado.

Dios namjoon quiere ver el diablo.

— Estúpido si te llamé es para que me ayudes, no para que me vengas a decir "quitidi piridi" — gruñe empujándolo — Vete.

— Es por el embarazo — me informa y asiento sin comprender nada.

Se acerca a jin hyung y le da un beso en los labios, otro en la panza y se aleja.

— Jungkookie~ — llama a mi hermano y este encantado de la vida se acerca — Ayúdame a sentar.

— Claro que si hyung — despacio lo levanta entre sus músculos brazos, lo mantiene sentado entre ellos y ahí con lentitud lo coloca en el asiento a mi lado.

— Ese es mi chico — jimin se acerca con un pedazo de pizza.

Los observo a los embarazados que sonrien pasando sus manos por sus barrigas, mis ojos se llenan de lágrimas e intento limpiarlas.

Quiero irme de aquí, necesito irme de aquí, me siento solo, hasta yeontan me abandonó, me dejó por irse a comer con sejin.

Despacio me levanto sin que se den cuenta intentando salir de este lugar, sostengo mi sombrero colocandolo en mi cabeza.

— Tío — una dulce y fina voz me hace ver a la entrada de la habitación.

Ahí esta un niño de un año aproximadamente, blanco como la porcelana, con mejillas regordetas, con unos grandes ojos negros como la oscuridad y con un gran monito en forma de oso que lo hace ver tierno.

Mi corazón late de emoción por esa pequeña figura que veo, mi cuerpo empieza a temblar por esa pequeña persona que nos observa a todos con sorpresa.

Un bulto entra a velocidad tropezando con todo por su torpeza, me voy a desmayar.

Levanta la cabeza y mi corazón se detiene en ese instante que lo reconoce, es él, esta aquí, regresó, sigue siendo igual de hermoso, lo único diferente es que su cabello rubio ya no está, ahora tiene un hermoso cabello negro con unos bonitos rizos que caen por su frente.