Mi Pobre Diablo (Yoontae)

Capítulo 44

Estoy muy emocionado.

¿Min yoongi casándose? Nadie pensaría eso realmente y la verdad, antes ni lo pensaba hasta que conocí a la persona indicada.

Ahora me muero por casarme, por unirme a él todo el resto de mi vida, por amarlo para siempre, por tener unos piecitos corriendo por toda la casa con cierta cuadrada sonrisa igual a su padre o con piel pálida igual a la mía, me da igual como salgan, se que será perfectos y hermosos igual a su padre.

Solo tengo nervios que sea verdad o que sea mentira y me haga ilusiones por gusto.

Parado en la ventana con vista al pequeño balcón con mesas disponibles donde nos deja ver todo el paisaje lleno de nieve, muerdo mis uñas impaciente.

— Solo debemos esperar unos 10 minutos — me giro viendolo salir del baño con varias cajas de pruebas en mano.

— ¿Por qué no compramos más pruebas? — estiro mi mano haciendo que se acerque a mi, rodeo su cuerpo por completo dejándolo con la vista hacia el horizonte.

— ¿Más pruebas? Compramos 3 yoongi, eso es mucho, además te dije que no estoy seguro.

— Pero es que me emocioné — sin querer hago un puchero en disgusto.

— Anoche no dormiste ni dejaste que duerma esperando que pase el tiempo hasta que amanezca y poder hacer la prueba — se gira entre mis brazos quedando frente a mi, levanta mi cabeza para observarlo — No me dejaste caminar por miedo a una caída en la nieve, no me dejaste comer por cuidarme de algo que tu y yo no sabemos si es seguro.

Es verdad, ayer pasamos todo el resto del día paseando por el hotel, comimos varias cosas pero no lo dejaba probar mucho o nada, no dejé que vaya al sauna, ni al spa, peor al gimnasio.

Salimos junto al resto a la ciudad en la parte baja del hotel para dar un paseo y casi me da un infarto viendolo correr jugando con jimin, los regañe pero se enojo por mi supuesta "sobreproteccion"

Aunque no creo que hice nada para sobreprotegerlo.

— Pero — niega callandome con un beso.

— Pero nada, ayer te pasaste del límite, sea cual sea el resultado te seguiré amando como siempre.

Vuelvo hacer un puchero viéndolo con tristeza, me abraza con fuerza haciéndome quejar del dolor corporal, rodeo su cintura con miedo a lastimarlo.

— Ya pasaron 10 minutos — menciono viendo mi reloj.

— Juro que me estas sacando de quicio — gruñe pero suspira fuerte viendo el baño como yo — ¿Estas listo?

— Solo si es para amarte, ahí estoy más que listo — sonrío dándole confianza.

Muestro mi mano y entrelaza nuestros dedos apretandolos con fuerza, caminamos como perezosos hasta ese lugar.

Me muero de los nervios, impaciencia y preocupación sobre lo que está en esa habitacion dentro de un vaso que se ve desde donde estamos.

¿Por qué se hace tan largo el camino?

Su mano tiembla agarrando dos de las pruebas, yo agarro otra sin poder ver lo que dice.

— A la de 3 — sonríe y asiento.

— 1 — me va a dar un infarto

— 2 — siento como se me sale el corazón.

— 3.

Giro la prueba viendo una sola línea azul bien marcada en el centro, frunzo el ceño confundido sin saber bien que significa eso, lo observo con un latido rápido cuando su mirada triste se topa con la mia dandome la respuesta.