XIII.

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-Mis padres quieren conocerte -le dijo, provocando que la otra se atragantara con su propia saliva.

¿Había sido un mal momento?

Le dio algunos golpecitos en la espalda, hasta que dejó de toser.

-No es necesario que vayas, sólo lo hacen para saber con qué clase de personas me junto-.

Era verdad, a pesar de que los padres de Jennie eran algo ajenos a la vida de su hija, les importaba que ésta no anduviera en malos pasos, y qué mejor manera de saberlo que disfrazar un interrogatorio para sus amigos con una cena.

-Está bien JenJen, iré -le sonrió para aligerar el ambiente y ocultar su nerviosismo- ¿Cuándo quieren verme?-.

-Mañana. Prepararán Tournedo Rossini -hizo una mueca, sin estar segura de decir lo siguiente, pero al final lo hizo- Moonbyul también irá-.

La sonrisa de Lisa se desvaneció en un segundo, dándole paso a un rostro serio y un par de ojos clavados en el suelo.

-Bien-.

-¿Puedes hacer las paces con ella? -preguntó esperanzada.

Lisa no había hecho comentarios desde la última pelea, pero mantenía una actitud repelente ante la otra chica.

-Pides demasiado -resopló- pero lo intentaré-.

Jennie saltó hacia ella y la atrapó en un abrazo, soltando un "Yay" cargado de emoción.

Lisa correspondió a aquella muestra de afecto y la pegó más a su cuerpo, disfrutando de la calidez que emanaba.

Un pitido tenue proviniendo del teléfono de la pelinegra las obligó a separarse.

Leyó el mensaje enviado por su madre y apretó los labios.

-Debo irme -le dijo.

-¿Ahora? -Jennie la miraba incrédula- Todavía no terminan las clases-.

-No importa -se alejó, sin despedirse.

La castaña vio su silueta desaparecer sin explicación.

Al día siguiente Lisa no asistió a clases, por lo que la preocupación de Jennie se incrementó.

¿Le habría pasado algo?

Últimamente la pelinegra se ausentaba bastante, y a nadie parecía importarle.

Trató de averiguar algo con los amigos de ésta, pero ni los gemelos ni Dua le proporcionaron información.

El trío no sabía nada más de lo que ella estaba enterada.

-Deja esos dedos en paz o terminarás sin uñas -Moonbyul le apartó la mano de la boca, donde se mordía las uñas sin cesar.

-Lisa no responde mis mensajes ni llamadas, ¿y si le pasó algo? -se llevó de nuevo los dedos a la boca.

-Estás siendo paranoica Jane -la llamó por uno de aquellos nombres que nadie usaba, ni siquiera Jennie.

-¿Y si se arrepintió? -sujetó a su amiga del brazo con ambas manos, abriendo los ojos más de lo normal- ¿Crees que fue demasiado para ella? No somos nada oficial y de pronto mis padres la invitan a casa, es muy precipitado, ¿verdad? -la soltó y se llevó una mano a la cabeza, alborotando su cabello- Aunque ellos saben que soy tutora y creo que papá la vio una vez. Pero no saben que a su hija le gusta una mujer, y que esa mujer es su tutorado -frunció el ceño- ¡Oh dios! ¿Acaso sospechan algo? ¿Soy muy obvia? -sacudió ligeramente a Moonbyul por los hombros.

La mayor rió ante el drama que hacía su amiga.

Para ella el amor era tan fácil y los humanos lo complicaban tanto.

Algo tan simple que se alejaba de su razonamiento.

-Lisa está bien, confía en mí. Aparecerá en tu casa cuando la noche caiga-.

One, Two, I Love You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora