One, Two, I Love You.

XIV. / Pt. 2

—No señor —se llevó un trozo de carne a la boca y lo masticó sin apuro, ignorando las miradas de las otras dos chicas.

Una dolida y la otra furiosa.

— Ya veo, ¿qué hay de ti? —se dirigió a Moonbyul.

Ésta se aclaró la garganta antes de responder.

—No, no estoy interesada en alguien por el momento —mintió.

La verdad era que una chica rondaba por su cabeza últimamente, pero no se atrevía a decirlo en voz alta.

No conocía lo suficiente a la familia Kim y no sabía cómo lo tomarían los mayores si hablaba de ello.

—¡Vaya! Es lo mejor que pueden hacer —dijo la madre de Jennie, quien, a diferencia de su esposo, se mostraba feliz ante las respuestas de las chicas— disfruten su juventud, ya tendrán tiempo para enamorarse y cometer locuras—.

—Pero querida, a su edad nosotros ya nos habíamos comprometido— replicó el hombre.

Las invitadas arquearon las cejas con asombro.

Los padres de Jennie se veían jóvenes, pero jamás imaginaron que en serio eran así de jóvenes.

—Eran otros tiempos, ahora todo el mundo quiere estabilidad y hacer diferentes cosas antes de formar una familia— la mayor le acarició la mejilla a su esposo.

Jennie se mantenía quieta en su sitio, tal vez si dejaba de respirar no tendría que responder a la próxima pregunta de su padre.

—¿Y tú, Jennie?—.

¿Cómo explicarle a su progenitor que la única persona con residencia permanente en su corazón acababa de negarla hace menos de cinco minutos?

Adoraba a esa chica, pero siempre la hacía cuestionarse sobre lo que tenían.

¿Qué buscaba Lisa, que no era suficiente lo que Jennie le ofrecía?

Tal vez el problema no era ella.

Tal vez ninguna de las dos sabía lo que quería realmente a ese punto.

—Deberían saberlo —se encogió de hombros. Una sonrisa cínica apareció de pronto en su rostro— pero como su trabajo es más importante que prestarle la mínima atención a su hija, es imposible que estén enterados —tomó su copa y bebió. —Estoy enamorada de alguien, sí, pero no sé si esa persona merezca ser parte de esta familia, o si ustedes merezcan conocerla. Ambos lados en mi vida están jodidos —hizo un movimiento con la mano, restándole importancia.

Todos permanecieron en silencio después de su pequeño discurso.

Los mayores entendían las palabras hirientes de su hija, entendían su rabia contra ellos y por más que quisieran, les tomaría bastante tiempo arreglarlo y hacerla cambiar de opinión acerca de ellos.

Por otro lado, Lisa estaba más concentrada en no comenzar a toser que en lo que acababa de decir Jennie.

Y Moonbyul, bueno, ella optó por terminar la comida que quedaba en su plato, pocas eran las veces que tenía oportunidad de degustar algo tan lujoso.

Media hora más fue todo lo que pudieron soportar dentro de ese ambiente tan tenso que se había creado.

Moonbyul y Lisa se despidieron y agradecieron a los Kim por la cena, para salir de esa casa enseguida.

Jennie fue a su habitación en cuanto se marcharon.

No estaba de humor para el posible regaño que sus padres le darían por su actitud, pero es que simplemente no pudo contenerlo más.

¿Cuál era el punto del drama en su vida?