—¿Ya se fueron? —preguntó mientras la más alta espiaba por la ventana de la habitación, esperando que el auto negro desapareciera de su vista.
—Sí —respondió al ver que los Kim doblaban en una esquina y se perdían.
—Vamos, mueve tu trasero —le dio una nalgada y corrió hasta el primer piso riendo como una niña pequeña.
Lisa rodó los ojos con diversión. Últimamente la castaña tomaba cada oportunidad que se le presentaba para manosearla.
Sujetó el carrito donde transportaba su tan necesario tanque de oxígeno y caminó hasta donde se encontraba Jennie.
—¿A dónde vamos? —cuestionó al ver que la otra jugaba con las llaves del Mustang.
—Es sorpresa —sin revelar nada más, se dirigió al garaje. Minutos después, el flamante vehículo estaba estacionado a un costado de la acera.
—Debes estar bromeando —Lisa salió de la casa, cerrando la puerta y colocándose junto a Jennie, quien la esperaba recargada en el cofre.
—Vamos gruñona, dame un beso y sube —hizo un piquito con sus labios, recibiendo inmediatamente su pedido.
La más bajita ayudó a su novia a subir al auto y acomodar el tanque de oxígeno. Condujo fuera de la ciudad por algunos minutos, dejando en evidencia su mejoría ante el volante.
—Pensé que te habías olvidado de este lugar —murmuró.
—Imposible. Pensé que sería buena idea alejarse de la contaminación por un momento —hizo una mueca.
Lisa tomó su mano y dejó un beso en el dorso de ésta.
—Gracias—.
La castaña sacó de la cajuela una manta y la tendió sobre el pasto, para poderse echar en ella. Aquella colina a la que Lisa las había llevado la primera vez en su bicicleta tenía una perfecta vista del atardecer.
Sobre ellas, las nubes se pintaron lentamente de un hermoso púrpura, dándole lugar a diferentes formas que la pareja intentaba adivinar. La tarde transcurrió entre pláticas cotidianas y risas, hasta que la noche se abrió paso y las estrellas junto a ella.
Entonces Jennie se incorporó, observando atentamente a la chica a su lado. Tomó su mano derecha y besó el tatuaje que adornaba su muñeca.
—Elle a fait de ma vie des cocottes en papier, des éclats de rire —cantó bajito, sonando más como un susurro a la vez que acariciaba las líneas de colores.
Lisa se incorporó también, con ojos risueños a la par de confusos.
—¿Hablas francés?—.
—Un poquitín —le restó importancia.
—¿Qué significa?—.
—¿Qué cosa? —se hizo la desentendida, jugando con la paciencia de su novia.
—Lo que dijiste—.
—Tendrás que averiguarlo —una sonrisa cansada se dibujó en los labios de Lisa.
La castaña pasó al tatuaje del antebrazo, besándolo con el mismo cariño para después trazarlo con sus dedos.
—¿Qué significan? —llevó su mano al último, situado en la nuca y dejando suaves caricias ahí.
—Tendrás que averiguarlo —repitió las mismas palabras.
Jennie sonrió.
Por supuesto que lo haría.
Se acomodó entre las piernas de Lisa, recostando su espalda en el pecho de la más alta, embriagándose de su perfume mientras tomaba sus manos y jugaba con sus dedos.
Lisa recargó la barbilla en el hombro de la contraria, acercándose más a su oreja.
—Te amo —susurró repetidas veces, haciendo que la castaña se estremeciera entre sus brazos.
Quería asegurarse que Jennie jamás lo olvidara o dudara de ello.

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One, Two, I Love You.
Cerita Pendek"Cierra los ojos y cuenta hasta tres." Ranking: 🥇 Jenlisa 03/08/22 🥇 Jennie Kim 03/08/22 🥇 Lalisa Manoban 03/08/22 🥉 Lisa 13/08/22 🥇 Jennie 25/09/22 🥇 Blackpink 31/01/23