One, Two, I Love You.

XXVII.

-Me estás tomando el pelo-.

Lisa negó, sus mejillas sonrojándose suavemente. No era algo que le quitase el sueño, pero ver a la castaña tan indignada la hizo cuestionarse.

-Nunca lo he hecho -admitió, cubriéndose el rostro con las manos.

Jennie estaba atónita.

-Pero... pero... -su mente se negaba a formar una oración coherente.

-Ya. No digas nada-.

La castaña sacudió la cabeza, tratando de ordenar sus ideas.

-Levántate -le ordenó con amabilidad a la vez que ella se ponía de pie, pues ambas se encontraban sentadas en el suelo de la habitación de Jennie. -Anda, te enseñaré cómo hacerlo -sonrió pícara, extendiéndole una mano.

Lisa la tomó y se levantó, sobrepasando a su novia con algunos centímetros. Últimamente no ponía objeción a las ideas de Jennie, le agradaba más la idea de complacerla en lo que sea que quisiera.

-Paso número uno: debes relajarte. Nadie va a burlarse si lo haces mal, se trata de diversión-.

-Ok... ok -la más alta sacudió los brazos, tratando de borrar la vergüenza de su cuerpo.

-Paso número dos: encuentra tu ritmo. En esta ocasión lo harás conmigo, así que debes dejarte llevar. Es como si estuvieses flotando en el mar, siente los movimientos de las olas a través de ti-.

-Bien, lo tengo -se mordió el labio inferior, tratando de recordar cuándo había sido la última vez que viajó a la playa.

-Paso número tres: pon tus manos en mi cintura-.

-Uy, esto se está poniendo bueno -achinó los ojos.

-¡Lisa! ‐le propinó un golpecito en el brazo.

-Lo siento. Me emocioné -le dedicó una sonrisa adorable, intentando calmarla- ¿Así? -posó sus manos en la pequeña cintura de la castaña, levantando ligeramente su camiseta y sujetándola con fuerza, pero sin dañarla.

-Sí -suspiró audiblemente, sintiendo un agradable cosquilleo ahí donde las yemas de los dedos de la otra presionaban. -Comencemos con algo básico, ¿de acuerdo?-.

-Estoy lista -afirmó su agarre, enderezando su postura, logrando que Jennie riera bajito mientras elegía una canción en su teléfono.

El intro de Tattooed Heart comenzó a sonar, inundando la habitación con la suave melodía.

-Contaré los pasos para que te familiarices -dijo, pasando sus brazos por el cuello de Lisa y comenzando a moverse de izquierda a derecha a un ritmo lento. -Uno... Dos... Tres-.

Repitió algunas series, viendo cómo su compañera de baile comenzaba a ganar más confianza y se desenvolvía sin problema.

Después de Last Kiss y I'm Always By Your Side, estaban bailando alrededor de la habitación con soltura. Lisa de vez en cuando hacía girar a Jennie, sin poder borrar la sonrisa de su rostro al verla tan feliz por una simple acción.

Apoyó su frente contra la de la castaña, ambas cerrando los ojos. La más alta permitiéndose sentir esa calidez que crecía poco a poco en su pecho, expandiéndose por todo su cuerpo. Era como tener miles de fuegos artificiales estallando al ritmo de su corazón.

Y ahí lo entendió todo.

No debía privarse de algo tan puro sólo porque el miedo gobernaba la mayor parte del tiempo en ella.

Sentía tanto amor por la castaña en ese momento, que seguramente explotaría si no lo gritaba a los cuatro vientos.

-Uno... -seguía contando, a pesar de que Lisa ya mantenía el ritmo por su cuenta- Dos...-.

-Te amo-.