Capítulo 15

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George

Por fin, después de horas de tener el estómago vacío comenzaba a devorar lo que la señora Abbott nos había preparado. Me causaba gracia la manera en que Claire se impresionaba por el más mínimo detalle que lograba encontrar en la casa, haciéndome no parar de sonreír cada vez que la miraba. A mí en cambio ya no me impresionaban muchas cosas después de lo que mi padre me mostraba gracias a su empleo en el ministerio.

—¡Más rápido! ¡Jamás habían comido así de lento!— Hannah saltó desesperada después de haber sido la primera en terminar de comer.— tenemos que darnos prisa, son casi las doce.

(•)

Después de treinta minutos ya habíamos comenzado a caminar por la pequeña ciudad de Bristol. Se sentía solitario, pero entre más nos adentrábamos en las calles, más gente encontrábamos en nuestro camino.

—¿Qué haremos?— preguntó Claire a mi lado.

—iremos al centro de la ciudad, hay algo que les quiero mostrar.— respondió Hannah con una mirada cómplice con Ernie.

—¿Y con que pagaremos?— pregunté esta vez yo debido a que era obvio que no pagaríamos con galeones.

—George, a comparación de los galeones, el dinero no mágico es muy fácil de falsificar con un poco de magia.— Ernie me sonrió con orgullo sacando un billete de su bolsillo.— tú puedes usar magia fuera de Hogwarts, así que nos ayudarás a duplicar este.

En medio de un parque y detrás de unos frondosos arbustos verdes habíamos decidido escondernos. Mis tres amigos me prestaban toda su atención mientras que yo por fin había logrado realizar el hechizo correctamente después de varios intentos fallidos.

—esto nos daría en total 255 libras para gastar.— Hannah contó el dinero y lo guardó en su bolso.

—tomaremos el bus para llegar al centro de Bristol, pero eso no tendremos que pagarlo si bajamos corriendo.— mencionó Hannah tranquilamente indicando que la siguiéramos hasta un pequeño techo de vidrio que cubría de la llovizna que era casi invisible.— aquí esperaremos a que llegue.

Por alguna razón en Bristol el clima iba más helado que en Londres, por lo que a mi lado noté cómo la nariz de Claire se había tornado roja y ahora su cuerpo titiritaba de frió. Sigilosamente me acerqué paso a paso a su lado hasta chocar mi brazo con su hombro, me miró con una pequeña sonrisa y bastó para que me atreviera a rodearla con mis brazos y pegarla a mi pecho intentando brindarnos calor mutuamente.

—George, me estoy congelado.— murmuró enterrando su cara en mi pecho, tratando de profundizar entre mi abrigo y así poder calentar su nariz.

—el bus tiene calefacción, o algo parecido. Así que sólo es cuestión de minutos— dije susurrándole mientras frotaba su espalda.

Podría estar el día entero así y no me cansaría.

—Ahí viene. Suban rápido.— Ernie caminó apresurado hacia los escalones del enorme bus rojo.

Entramos dándonos cuenta de que iba casi lleno probablemente por la hora. Nuestros dos amigos corrieron hacia los últimos dos lugares juntos que quedaban. Suspiré negando y me sujete de un tubo que probablemente jamás habían lavado desde que había comenzado a circular por las calles. Me aseguré de sujetar también a Claire con mi brazo, quien iba de pie frente a mí negándose con asco a tomar los tubos. Rodeé su pecho y hombros mientras ella también se sostenía de mí mismo brazo para evitar resbalar por los toscos movimientos del autobús recargando su espalda a mi pecho.

—está bien, este es el plan. Cuando bajemos, el chofer nos pedirá el dinero, sólo nos iremos nosotros tres mientras Ernie lo distrae con sus platicas y después sólo correremos.— explicó Hannah sentada un poco nerviosa mientras susurraba frente a nosotros.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora