𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley

Capítulo 21

Me metí entre las sábanas cubriendo mi rostro completo. Cerrando los ojos con fuera en un intento de que desapareciera lo que fuera que estuviera a mi lado tratando de atemorizándome.

—Claire.— susurraron tocando mi espalda. Provocando que esta vez me sobresaltara asustada.— No te asustes, soy yo, Draco.

Intenté relajarme y abrí mis ojos poco a poco encontrándome efectivamente con él sentado a la orilla de la cama.

—¿Qué haces aquí? Son como las doce. Te verá algún prefecto.— me tallé los ojos en busca de verlo mejor entre la oscuridad. — Estaba por quedarme dormida.

—no puedo dormir y, sé que a ti no te gusta estar sola por las noches.— susurró.— Además, te he extrañado. No hemos hablado mucho desde que saliste este fin de semana.

—¿Y de qué quieres hablar?— sonreí recorriéndome a un lado para que se pudiera recostar a mi lado.

Me giré poniendo mis dos manos por debajo de mi cabeza mirándolo a los ojos mientras él me imitaba.

—No lo sé. Cuéntame algo. ¿Qué harás esta navidad?

—pasare las fiestas con mamá. Me quiere presentar a algunos amigos suyos, dice que es una sorpresa. ¿Tú qué harás?

—lo mismo de siempre supongo... No me gustan estas fechas. ¿Recuerdas el día que tu familia y tú pasaron navidad en mi casa?— asentí con la cabeza riendo, había sido hace muchos años y él aún lo recordaba.

—sí, lo recuerdo. Teníamos como ocho años y tú parecías odiarme. Siempre tan maleducado.

—no era ningún secreto el que yo te odiara, estabas tan mimada.— rió.— Pero a pesar de eso, esa fue la última buena navidad que tuve.

—sabes que si pudiera llevarte con mamá y conmigo esta navidad, lo haría. Pero, ¿qué te parece si nos vemos en año nuevo?

Acaricio mi mejilla con su pulgar para después soltar un corto "sí". Pareciendo ya no prestar completa atención.

—¿Puedo besarte?— su pregunta me tomó desprevenida, haciendo que me lo pensara por cortos segundos, pero sin negarme uní mis labios con los de él.

Se separó casi al instante cuando supo que tenía mi completa autorización. Posó su mano en mi cintura recorriéndola hasta por detrás de mi espalda, haciéndome temblar cuando sentí sus dedos helados amenazar con entrar debajo de mi blusa. El rubio había quedado casi encima mío, mirándome con sus ojos grises alumbrados por la luz que la ventana dejaba pasar.

Nuevamente nuestros labios se entrelazaron con suavidad disfrutando cada segundo y movimiento. Dejó cortos besos bajando de mis labios hasta mi barbilla, para al final terminar sobre mi cuello dejando besos húmedos que me hicieron suspirar. Los escalofríos se apoderaron de mi cuerpo completo, sintiendo su nariz y su respiración golpear contra mi piel caliente. Se acomodó de mejor manera sosteniendo ahora mi cintura con sus dos manos, subiendo poco a poco hasta mis costillas.

—Draco...— susurré provocando que se separara al instante para mirarme a los ojos.

—¿Qué pasa?— preguntó con la respiración casi acelerada. Estaba segura de que Draco no quería terminar aquí. Y yo tampoco, pero esto no era correcto.

—No podemos hacer esto aquí. Madame Pomfrey vendrá a revisarme en cualquier momento.— pasé mis manos por sus mejillas en busca de no perder el contacto. La oscuridad no me dejaba verlo con claridad pero sabía que sus mejillas estaban enrojecidas.

Él soltó una risita y asintiendo se dejó caer de nuevo a un lado mío.

—tienes razón. No se qué se pasó por mi cabeza de repente. Tienes que dormir ya, debes estar muy cansada.— me miró con una sonrisa pasando de nuevo su brazo por mi cintura para abrazarme. Dejó caer su cabeza en mi hombro dejándome a mi boca arriba sin poder moverme. — Me iré en un rato.