𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley

Capitulo 40

Claire

—Desmaio.— pronunciaron todos a la misma vez logrando alejar a los mortifagos de nosotros. George tomó mi mano comenzando a correr hacia un pasillo que ya se encontraba despejado. Todos fueron en diferentes direcciones tratando de escapar.

Un mortifago apreció justo a centímetros de mí cuando gire en un pasillo.

—traidora.— murmuró la voz de una mujer. Me soltó un fuerte golpe en el labio provocando que me balanceara hacia atrás.

—Levicorpus.— George pronunció en un abrir y cerrar de ojos colocándose frente a mí antes de que la mortifaga pudiera atacarme de nuevo. Salió disparada hacia atrás provocando que la perdiéramos de vista.

Volvimos a comenzar a correr y de nuevo otro mortifago se interpuso en nuestro camino. Yo estaba demostrando que era una total débil, así que antes de que George pronunciara alguna palabra apunté con mi varita.

—Baubillious.— la persona cayó sin piedad al piso lastimado y casi inconsciente dándonos oportunidad de salir corriendo.

Nos cruzamos de nuevo con Harry Potter y sus amigos quienes corrían de una lluvia de cristales que caían desde metros de altura. Mi corazón latía brutalmente y la sensación de que esto todavía no terminaba comenzaba a angustiarme. George jaló de nuevo mi brazo para hacer que corriera más rápido junto a él, las posibilidades de que una bola de cristal cayera sobre nuestra cabeza eran muy altas y eso aumentaba nuestra adrenalina.

De nuevo un mortifago se interpuso frente a todos tapando nuestra única salida.

—petrificus totalus.— mencioné inmediatamente, haciendo que cayera al suelo inmóvil y todos saltáramos su cuerpo dejándolo abandonado en medio de los cristales. Harry abrió la puerta saliendo por esta con todos detrás de él.

Lamentablemente eso también había sido una trampa.

Caímos literalmente en la trampa. Detrás de la puerta ya no existía ningún pasillo, provocando que cayéramos a lo que parecía ser el primer piso del ministerio. Centímetros antes de impactar directamente con el suelo lanzamos un hechizo para amortiguar nuestra caída quedando en flote.

Me acosté sobre el suelo boca arriba con el corazón acelerado tratando de tranquilizarme y pensar si seguía viva o no. George se paró con prisa dirigiéndose a mí, y poniéndose de rodillas me tomó por las mejillas analizando si me encontraba bien.

Todos comenzaron a investigar el lugar mientras George seguía preocupado mirando cada parte de mi cuerpo en busca de alguna herida.

—te dije que no debías acompañarme.— George repitió arrepentido con frustración, no conocía ese modo de él. Parecía casi golpearse así mismo.— Mira tu labio.

—George, está bien. Fue un accidente.— dije antes de que negara y se acercará a limpiar la sangre con su propia manga.

—¡Chicos! Todos detrás mío.— Harry gritó,

Sin pensarlo fuimos hasta su lado levantando nuestras varitas en modo de escudo. De nuevo los mortifagos nos tenían acorralados. El sonido distinguible de las apariciones nos logró despistar a la misma vez que los cuerpos iban y venían sin dejar que nos concentráramos en uno solo mientras se movían de lado a lado.

Sentí cómo algo me cargaba con facilidad alejándome de todos.

De un momento a otro ya tenía a alguien enterrando su varita en mi barbilla.

—tranquila cielo, no te haré daño. Aunque, siendo sincero, lograste decepcionarme al igual que tu madre.— la fría voz de mi padre sonó por detrás de mi oído provocándome sentir aún más terror.