Capitulo 41

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Los leves ronquidos de George sonaban a mi lado, probablemente ya estaba por amanecer y a mí me gustaba despertar algo temprano. Me causaba gracia cómo él hablaba solo o reía cuando dormía. No tenía idea de que podía estar pasando por su cabeza.

Me levanté en dirección a la cocina en busca de algo de beber. Mi madre ya se encontraba ahí leyendo el periódico.

—"regresa el que no debe ser nombrado".— leyó mi madre el titulo en voz alta tomando un sorbo a su café. La casa se encontraba en completo silencio, todos permanecían dormidos o todavía no se atrevían a bajar.

Al igual que ella comencé a prepararme un café con mucho azúcar y mucha leche. Me paré al borde de la mesa viéndola leer cada línea con atención.

—¿Sirius Black y tú...?— pregunté pero al instante me arrepentí cuando me miró con el entrecejo arrugado. Aclaré mi garganta pensando como continuar.

—No, Claire. Si te refieres a lo que creo... Sirius y yo somos como hermanos.— rió.— Desde que yo entré a Hogwarts hemos sido muy cercanos, algo así como Blaise y tú.— sonrió dejando su periódico sobre la mesa. Asentí con un poco de vergüenza revolviendo mi bebida caliente. La verdad era que hacían linda pareja, pero era mucho mejor que solo fueran amigos.

—me alegra que no estés sola entonces.— dije sin saber que contestarle.

Cuando yo me encontraba en Hogwarts me preocupaba que mi madre se encontrara sin compañía en nuestra casa, pero pronto supe que tenía muchisimos amigos y nunca estaba sola.

Me recargue ahora sobre la pared comenzando a beber el café. Pronto unos pasos bajar las escaleras sonaron, parecía ya haber alguien despierto.

—¿Claire?—la voz de George sonó en la sala indicando que me buscaba. Caminé tranquilamente hacia la entrada del comedor demostrándole que estaba aquí.— Tuve un sueño horrible y cuando desperté ya no estabas en la cama conmigo, creo que fue por lo que pasó ayer.— se acercó a mí tomando mis manos, seguía sin camisa, descalzo y solo con sus jeans.

Abrí los ojos poniendo mi dedo índice sobre mis labios para pronunciar un "shh". Mi madre probablemente ya había escuchado desde la cocina gracias al profundo silencio.

—¿Qué pasa?— susurró preocupado. De prisa sus ojos fueron por detrás de mi cuerpo distinguiendo a alguien. Me di la vuelta encontrándome también con Elizabeth de brazos cruzados con una ceja en alto.

—George es muy bromista, ya sabes.— reí con nerviosismo viéndola.— Nosotros... no, nunca.

—hija, sabes que a mí no me molesta. A su edad todo es felicidad y hay que disfrutar esos buenos años, pero no le digan a Molly que les di permiso de hacer eso, me matará.— siguió su camino hasta las escaleras en dirección nuevamente de su habitación.

—yo no sabía que ella estaba aquí.— George susurró con terror agachándose hasta mi altura para comenzar a seguirme de nuevo hasta nuestra habitación, pero antes me tomó por la cintura haciendo una aparición sin avisarme.

Mareada toqué el piso soltando un quejido. En menos de dos segundos ya estábamos de nuevo en el fresco cuarto.

—Quiero dormir más antes de irnos. Por favor regresa y acuéstate conmigo.— George suplicó volviendo acostarse en la cama y haciéndome lugar.

Obedecí poniéndome a su lado aún con mi taza de café. Con mi mano libre comencé a peinar su cabello y no tardó mucho en volver a quedarse dormido sobre mi pecho.

Draco

Tallaba y tallaba mi cara preocupado, mi pie chocaba incontroladamente contra el suelo en modo de desahogar mi inquietud. Claire no se había aparecido por ningún lado en ya casi veinticuatro horas. Las ganas de llorar por frustración comenzaban a amenazarme; me había prometido a mí mismo cuidarla y sentía que me había fallado totalmente.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora