Capitulo 70

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—¿Crees que sepa quién fue?— preguntó Blaise con la boca llena de pan siendo desagradable.

—no debería.— respondí sin quitar la mirada de la mesa que estaba justo delante de nosotros dos.

Katie Bell había llegado a primera hora por la mañana. La mesa de Gryffindor estaba llena obviamente recibiéndola felices, almorzaban a la vez que toda su atención se dirigía a ella.

—¿Estas segura de que no irás a la fiesta?— volvió a preguntar Blaise insistente con el tema.— Todo Hogwarts estará ahí, es la última fiesta del año.

—ya te lo dije Blaise, me quedaré con Draco. No se siente bien.— Zabini suspiró dejando caer la cabeza entre sus brazos.

Mi mirada se encontró con la de Harry Potter, que para ser honesta me intimidó y asustó más de lo que debería. Su mandíbula estaba tensa y sus fosas nasales más abiertas de lo normal casi haciéndome creer que vendría a golpearme y lanzarme un crucio.

—Blaise, vámonos ya.— desvié la mirada mirando mi plato. Me comenzaba a dar la impresión de que Harry Potter sabía o sospechaba algo.

Blaise no paraba de hablar en el camino a la biblioteca haciéndome sentir aún más nerviosa. Tenía la sensación que alguien podría estarnos siguiendo, observando o escuchando desde que habíamos salido del comedor y mi amigo parecía no darse cuenta o siquiera importarle.

Los exámenes finales estaban por llegar y ahora estudiar era en lo único que podíamos pensar, sin embargo había perdido la concentración desde que habíamos llegado a la biblioteca haciéndome imposible el leer. Tenía la sensación de que algo malo iba a suceder y el miedo me estaba invadiendo.

Las horas siguieron pasando hasta llegar el atardecer, Zabini había logrado tranquilizarme con algunas de sus historias y chistes que tenia siempre para contar.

—estoy cansada. Todo el día hemos estado aquí.— cerré mi libro muy agotada recostando mi cabeza sobre mis brazos.

—¿Y por qué sigues estudiando?, tienes dinero para heredar como a cuatro generaciones más.

—sobresalir, supongo.

—vayamos a cenar.— palmeo mí espalda cambiando de tema.— La fiesta en Gryffindor comienza después y no estoy listo.

Salí antes que Blaise quien se había quedado regresando sus libros y los míos. El largo y angosto pasillo estaba casi vacío si no fuera porque de nuevo Potter estaba ahí parado, recargando su espalda sobre la pared y de brazos cruzados.

—¿A dónde vas, Horgan?— pregunto con sequedad sin mirarme.

—¿Necesitas algo?

Su varita se levantó con velocidad en un intento de lanzarme un hechizo no verbal pero logré reaccionar a tiempo sacando mi varita con un ágil movimiento, lanzándole de vuelta el encantamiento desarmador ocasionando que su varita rodara en el piso hacia mí.

Sin dejar de apuntarle con mi varita retrocedí poco a poco en busca de ayuda pero Blaise no tardó mucho en llegar quedándose sorprendido por lo que estaba pasando.

Harry recogió su varita y se alejó con prisa perdiéndose en los corredores.

—¿Qué mierda les pasó? Sólo desaparecí dos minutos.— preguntó Zabini muy confundido. Tomé el brazo de mi mejor amigo para sacarnos de ahí mientras le contaba a detalle lo que había pasado.

En el gran comedor la inquietud de los alumnos en espera de su cena logró sacarme de quicio por fin, haciéndome creer que en cualquier instante me volvería loca. Busqué con la mirada a Draco pero nuevamente no estaba en la mesa. No lo había visto el día completo después de que había decidido quedarse en su habitación descansando.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora