𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley

Capitulo 93

Desperté con únicamente George a mi lado aún dormido y temblando de frío debido a que yo me había apropiado de mi cobertor y por alguna razón se encontraba hasta la orilla abrazándose a él mismo.

—George, acércate.— susurré despertándolo e inconscientemente se acercó metiéndose debajo del cobertor para abrazarme con su cuerpo helado.

A la distancia comencé a escuchar el sonido del piano y la fluidez con la que lo estaban tocando, obviamente Draco dándome un sentimiento de tranquilidad.

—¿dormiste bien?— George habló con la voz ronca y entrecortada muy cansado.

—muy bien.— respondí mirándolo de reojo con una sonrisa.— parece que tú no tanto.— volví a decir cuando noté que se quejaba.

Su cabeza estaba recargada a un lado de la mía haciendo chocar su nariz con mi mejilla.

—me siento tan mal, siento que mi cabeza va a explotar.— chilló escondiendo su rostro en la almohada.

Permanecí de la misma manera acariciando su cabello logrando que dejara de quejarse.

—¿qué harás hoy?— preguntó.

—nada, lo mismo de siempre. ¿Y tú?, ¿tienes planes con la orden?

—algo así... pero prefiero quedarme contigo.— reí por su despreocupación girándome en su dirección para abrazarlo con fuerza al igual que él a mí.

—te echarán de la orden y me culparan a mí...

—no te sientas culpable, Fred hace lo mismo con Angelina. De hecho, creo que ya ni siquiera nos toman en cuenta.— se burló separando su rostro para besar mi frente y quedarse ahí recargado ahora él acariciando mi cabello.

—tal vez creas que suene egoísta pero, prefiero que te quedes aquí conmigo. La orden te pone en peligro cuando en realidad deberían de estar protegiéndote a ti también, todos te están buscando allá afuera.— dije algo nerviosa jugando con su cadena entre mis dedos.

—lo sé, aún así, tienen cosas más importantes por las que preocuparse ahora.— defendió tratando de restarle importancia.

Me quede en silencio pensando, cada vez que él se iba se formaba un vacío de miedo y preocupación en mi estomago.

Se separó y me miró con una media sonrisa, llevo sus manos hasta su collar comenzado a sacárselo.

—¿Qué haces George?, no te lo quites.

—he notado lo mucho que te gusta.— sonrío ahora mostrando sus dientes cuando lo paso por mi cabeza deslizándolo hasta mi cuello sosteniendo la placa en su mano.— hace tiempo quería que tuvieras algo mío.

—¿estás seguro?, tengo la certeza de que te queda muy bien a ti y probablemente lo necesites.— envolví también su mano mirándolo a los ojos.

—estoy seguro, Claire.— subió su mano hasta mi mejilla dejando un corto beso en mis labios. Recargó su frente en la mía cerrando sus ojos todavía pareciendo muy cansado.— vayamos a comer algo.

Acepté después de cinco minutos sin querer despegarme de él admirando el collar sobre mi pecho, pero terminamos por ponernos de pie y salir.

Había un sólo un plato con el desayuno listo puesto sobre la mesa.

—linda prepare algo para a ti, pero no quise despertarte.— habló Draco desde la sala todavía en el piano.

Reí al escuchar el quejido de George al saber que el sí tendría que cocinarse algo.

Ambos desayunamos y regresamos a hacer lo mismo de todos los días.

Nadie mencionó nada acerca de lo que ocurrió en la noche, simplemente soltábamos repentinas risas molestando a Draco que parecía ser el más avergonzado dándonos la espalda.