𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley

Capitulo 79

Draco

Claire estaba tumbada boca abajo en su cama, no había dicho una sola palabra desde lo que había acontecido. Su mirada estaba puesta en un punto perdido de la habitación mientras abrazaba con fuerza su almohada.

Posiblemente lo peor ya había pasado, pero era inevitable sentirse como la mierda después de todo lo que habíamos tenido que vivir los últimos meses. En espacial ella posteriormente de todo lo que había perdido.

George se había ido enseguida de asegurarse que ella ya se encontraba bien, después de susurrarle algunas cosas en el oído a las cuales ella sólo se limitó a asentir con la cabeza muy cansada.

Me acerqué a la orilla para abrigarla con una de sus sábanas grises.

—¿Quieres que me quede?— mi pregunta había sonado tonta sabiendo que venia durmiendo aquí hace semanas, pero el pensamiento de que ella necesitaba tiempo a solas se cruzó por mi cabeza.

Me alcanzó de la mano susurrando un "sí". Gustosamente me acosté a su lado abrazándola por la espalda, besé su mejilla y pude volver a respirar cuando me sonrió cerrando los ojos lista para dormir en busca de recuperar las horas de la madrugada al igual que yo.

El extraño pensamiento que se siempre venía a mi cabeza regreso cuando la miré a mi lado. Se sentía tan mal saber que yo no era el único en su mente y el hecho de que nunca nadie hablaba sobre eso se comenzaba a hacer extraño.

¿Por qué tomábamos tan a la ligera el que ella decidiera compartir los mismos sentimientos por George y por mí?, porque una persona normal se hubiera alejado al primer instante.

Todo había empezado gracias a mis inseguridades cuando me había dignado a que nada lograría suceder entre ella y yo y eso me llevo a no quejarme por ser quizás su segunda opción. Y cuando George logró formalizar algo con ella y al final todo terminó por la situación, de nuevo yo estaba ahí para ella porque me lograba conformar con sus besos y su tacto a pesar de saber que ella lo seguía queriendo a él y yo no podía hacer nada al respecto.

Pero todo se había salido de las manos, sabía que Claire me amaba y claro estaba que yo a ella. Y al final de todo, alguno de los tres tendría que ponerle fin a esto para terminar alejándose, pero ahora ahora parecía que nadie tenía la intención de hacerlo porque comenzaba a no importarnos.

Para mí por ahora no excedía más allá de lo extraño porque me sentía realmente feliz ahora que sentía el amor de alguien de esta forma y no me importaba si tenía que compartirlo.

Claire tomó mi mano aferrándola más contra su estómago y acercando su espalda lo más posible a mi pecho. Me relajé con el olor de su cabello, borrando al instante los pensamientos que había tenido antes y por fin dignándome a dormir.

George

Salí por la puerta principal logrando hacer mi aparición a unos cuantos metros de la casa. Aún me sentía aturdido y confundido por todo lo que había sucedido en menos de siete horas.

Los colores en el cielo apenas eran anaranjados y celestes indicando que el sol saldría por completo en algunos minutos. Pude descansar y relajarme cuando pisé el césped y frente a mí estaba por fin mi casa haciéndome sentir protegido.

La puerta se abrió sin necesidad de tocar: Fred y mi madre salieron a toda prisa en mi dirección. No sabía cómo sería que daría una explicación de todo lo que había sucedido.

—¡George está aquí!— mi padre gritó desde la puerta también comenzando a correr en mi dirección.

Mi mamá y Fred me abrazaron casi apunto de llorar.