Capitulo 53

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Por fin su cuerpo se relajó dejando de pelear contra mí y respondiendo a mi beso. Probablemente había creído que le haría lo mismo que me hizo ella a mí, y claro que lo tenía pensado hacer pero la tentación al ver sus labios frente a los míos fue aún más grande, provocándome que lo hiciera sin pensar.

Me separé de ella difícilmente a los pocos segundos, sus ojos aún seguían cerrados sujetando mi mano a un lado de su rostro. Habían pasado meses desde la última vez que la había besado y sin duda la felicidad había regresado de nuevo a mí.

—Draco, me estás lastimando.— rió rompiendo el silencio, al instante me hice a un lado cuando me di cuenta de que estaba dejándole caer mi peso completo sobre su cadera. Se quedó en silencio un momento y supe que estaba recapacitando lo que había pasado.— Voy a... cambiarme.

Se levantó de la cama entrando y saliendo del baño en un abrir y cerrar de ojos con su pijama ya puesta. Yo aún seguía acostado en su cama esperándola con nervios. Quería volver a estar cerca de ella si eso significaba que se sentiría como algo reconfortante para mí. Quería tenerla conmigo.

Regresó a mi lado recostándose y, mirando el techo, nos quedamos en un profundo silencio. Parecíamos reflexionar lo que acababa de suceder, al menos yo.

Mi mano bajó lentamente por su antebrazo; mis dedos acariciando su piel hasta llegar a los suyos para entrelazarlos. Un silencio más profundo y una tensión en el aire se formó con sólo eso, provocando una reacción de ambos:

De un momento a otro sus labios estaban de nuevo sobre los míos entrelazándose en un apresurado beso cuando se giró sobre mi. Mis manos viajaron hasta su cintura sujetándola encima mío. Sus dedos acariciaron mi cabello y nuca provocando que mi piel se enchinara al instante.

Mis manos entraron tímidamente por debajo de su blusa comenzando a recorrer su espalda completa con delicadeza provocando que se estremeciera. Nos volvimos a separar a la misma vez como si leyéramos nuestras mentes mirándonos a los ojos por unos segundos.

—perdón.— dijimos al unísono provocando que riéramos.

Se bajó de encima mío con lentitud, como si no quisiera hacerlo, pero al final terminó nuevamente acostada a mi lado dándome la espalda.

—buenas noches, Claire.— dije detrás de ella.

Sin preguntar, me acerqué y la abracé por la espalda todavía rogando por algo más de su cercanía. Su mano abrazó la mía que ahora permanecía por debajo de su pecho, y por último mi cabeza cayó sobre su hombro oliendo el perfume que aún seguía impregnado en su piel.

Las horas pasaban y yo seguía sin poder dormir como ya era costumbre. Claire se había dado la vuelta e inconscientemente había terminado abrazándome. Probablemente ella se había quedado dormida al primer instante de cerrar los ojos. Su brazo rodeó mi cintura y su cabeza se enterró en el espacio de mi cuello.

Casi atónito por lo que estaba ocurriendo acaricié su cabello, espalda y brazos rozando las marcas que tenía sobre su piel desde hace semanas, no entendía porqué le hacían esto sólo a ella. Había enviado cartas a mi padre hablándole de esto tratando de que pararan de lastimarla pero obviamente no obtuve respuesta de su parte.

Bese su cabeza recargándome en ella con una sonrisa, deseaba poder quedarme así por mucho tiempo o hacer esto más veces; simplemente abrazarla, acariciarla y sentirla conmigo era mas que suficiente para volver a hacerme sentir vivo y hacerme querer seguir con la vida que me esperaba.

Ahora mismo lucía tan tranquila durmiendo entre mis brazos como si no existiera o tuviéramos algún problema y me gustaba pensar en la idea de que su tranquilidad se debía a que yo estaba con ella.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora