𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | Draco Malfoy vs George Weasley

Capitulo 76

Aviso: deje una canción arriba para que la pongan cuando se los indique en el cap (pondré su nombre y una foto).
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Caminé por la acera mirando cada uno de los locales cerrados temiendo por que sortilegios Weasley se encontrará en la misma situación.

Pude divisar la gran tienda llenando de colores el desolado callejón gris. Sonreí admirando lo que George había logrado hacer. Y a comparación de las demás tiendas, esta era la única abierta y llena de gente.

Entré sintiéndome agobiada por la cantidad de gente que había dentro, sobre todo estudiantes de Hogwarts y niños pequeños acompañados por sus padres.

Ajusté mi capa sobre mi pecho algo nerviosa intentando sacar de mi cabeza el pensamiento de si tal vez me había logrado reconocer ayer. Lo busqué por cada rincón de su tienda pero no lo logré ver por ninguna parte.

Solté un suspiro rindiéndome, comenzando a ver los productos que había en los mostradores: fuegos artificiales, caramelos y pastillas vomitivas fueron las que distinguí a primera vista, pero las pociones de amor lograron captar toda mi atención.

Definitivamente le causarían muchos problemas a los nuevos alumnos de Hogwarts, como los que me habían causado a mí dos veces.

Tomé un frasco entre mis manos analizando curiosamente la linda etiqueta y presentación que llevaban.

—cariño, no creo que tú necesites usar filtros de amor.— su voz ronca acompañada de una risita sonó a mis espaldas provocando que mi piel se erizara.

Sentí sus manos rodear mi cintura y su pecho pegarse a mi espalda automáticamente sabiendo que se trataba sólo de él.

Su cabeza se recargó sobre la mía dejando antes un beso en mi mejilla, para luego sentir cómo dirigía toda su atención a mis manos y al filtro de amor. Disfruté por algunos momentos estar atrapada entre sus brazos sintiendo su calor y presencia rodearme mientras comenzaba a contarme cómo estaba siendo aquel el producto más exitoso en su tienda.

—lamentó no haberte visitado antes.— hablé por primera vez dándome la vuelta, encontrándome por fin cara a cara con George.

Lo miré de pies a cabeza sorprendida por su nuevo estilo, se veía más maduro y elegante dejándome sin palabras. Llevaba puesto un abrigo cafe que llegaba por debajo de sus rodillas, dejando ver que debajo llevaba puesto un chaleco y una camisa acompañada de una corbata bien hecha.

—¿Por qué no respondiste mis cartas?— me miró con cierta tristeza en su rostro ajustando su brazo en mi cintura para acércanos aún más, peinando mi cabello hacia atrás con su otra mano.

—de hecho, George, de eso quería hablarte.— solté nerviosa desviando la mirada de él para echar un ojo a nuestro alrededor, pensando en si era buen lugar para contarle. De alguna manera había olvidado la cantidad de gente y ruido que había en la tienda, notando también que algunas personas nos miraban curiosos por nuestra cercanía.

—¿Qué te parece si esperas allá arriba en mi habitación y cuando yo regrese me cuentas absolutamente todo?— su propuesta me dejó confundida.— Tu visita me tomó por sorpresa, la tienda esta a punto de cerrar y Fred y yo tenemos una urgencia con La orden.

—oh, entiendo.— lo miré con una sonrisa falsa tratando de ocultarle mi tristeza. No podía quedarme aquí toda la tarde o noche porque claramente me descubrirían.