One Shots Multifandom (Pedidos Abiertos)

Manuel Neuer

Aquel día en que mi sexy novio, Manuel Neuer, me dijo que me vistiera elegante, que iríamos a cenar, mi corazón saltó de la emoción. Fue algo tan espontaneo, pero lleno de tanta pasión.

- Te ves guapísima- acarició mi muslo.

- Gracias, tú también luces bien.

Chocamos levemente las copas de vino y disfrutamos de la exquisita cena. Fue una velada maravillosa. Nunca él había llegado a hacer algo tan espontaneo.

En el camino de regresó a mi apartamento, Manuel deslizaba su mano por mi pierna y la iba subiendo cada vez más. Su gesto me tomó por sorpresa, pero lo disfrute. Quería más y estaba segura que él igual.

Entramos al apartamento, servimos dos copas más de vino y nos situamos en la sala. Él me sentó en su regazo y yo me restregué en él.

- Aquel vestido que tenías hoy te hacía lucir tan sexy- susurró en mi oído.

- ¿Así?

- Mm- mordió el lóbulo de mi oreja y succionó de a poco- ¿Qué te parece sí vamos a la habitación?

- Por favor.

Me levanto, crucé mis piernas en si cintura y caminó hasta la habitación entre besos. En lo que llevábamos de nuestra relación, nunca habíamos estado juntos y en aquel momento no me importaba, la pasión inundaba en la habitación.

- Ven aquí.

Manuel entre besos acarició mi espalda y bajó la cremallera de mi vestido, el cual cayó al suelo. Lo retiré con el pie y desabroché mi sostén. Pasé mis manos por su pantalón en busca de su correa para desajustarla y así poder quitar su pantalón.

Nos tumbamos en la cama, desnudos, sintiendo nuestro calor corporal, el cual nos arrullaba y protegía. Su tacto, sus caricias, tan delicadas pero a la vez tan cargadas de atracción, me cautivaban. La conexión que existía entre los dos era suprema, sobrepasaba los límites.

Al congeniar, nuestros cuerpos encajaban perfectamente. Como sí hubiéramos sido creados el uno para el otro.

- Manuel- gemí en sus labios.

- Ya casi...

Nuestros gritos de placer se mezclaron con nuestro sudor. Nuestra euforia con nuestro amor. De esta manera comprobamos que valía la pena luchar por nuestra relación y amarnos sin control.