One Shots Multifandom (Pedidos Abiertos)

Sam Gardner

- ¡Sam! ¿Qué te ocurre?

Su cuerpo temblaba con fuerza involuntariamente, el sudor abundante bajaba por toda su frente y cuello. Pasé mi mano por su pecho y sentí como su corazón iba a mil, sin duda alguna se trataba de taquicardia. Estaba desesperada, no encontraba que hacer. Nunca había visto uno de sus ataques.

- Sam, por favor, mírame.

- Me siento muy mal, llama a Casey.

- ¡No está! No está, ya la busqué por toda la casa.

- Ambulancia.

- ¿Qué?

- Llama una ambulancia.

- Ok.

Caminé por su habitación, en busca de algún número o algún dato que me sirviera, peor no encontraba nada.

- Maldición.

La única opción era buscar en contactos, tal vez allí se encontraba algún número. Efectivamente, allí estaba. Marqué de inmediato, pero la contestadora me indicó que había un colapso y la ambulancia se demoraría aproximadamente una hora.

- Sam, no vendrán, se tardarán mucho.

- Toma el folleto que se encuentra en esa mesita- señaló la esquina de la habitación.

Seguí sus instrucciones y encontré un folleto qué indicaba "Cómo calmar un ataque de ansiedad". Lo primero era sentarlo y centrar la atención en él. Lo segundo, poner paños de agua y evitar a toda costa darle un vaso de agua. No comprendía por qué, pero yo solo obedecía. En tanto hacía todo esto, llamé a Casey varias veces hasta que contestó.

- ____ ¿Qué ocurre?

- ¡Casey!

- ¿Qué?

- Sam tiene un ataque y yo no sé que hacer. Llamé la ambulancia, pero se tarda mucho y estoy siguiendo las orientaciones de un folleto.

- Lo estás haciendo muy bien. Ahora mismo voy a casa. Por favor, no permitas que pierda la conciencia.

- Ok. Date prisa.

- Ok.

Caminé de nuevo hasta la cama y me senté junto a él. Me preocupaba verlo así, no quería que nada malo le sucediera. Lo tomé del rostro y besé su frente, lo abracé, tratando de aliviarlo y brindándole tranquilidad.

- Sam, por favor, enfócate en mí.

- Me siento muy mal.

- Casey está en camino y yo estoy tratando de hacer lo mejor.

- Descuida, lo haces bien.

- Tengo miedo, no quiero perderte.

- No lo harás, ya verás.