Confuso

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Es una oportunidad perfecta para no buscarlo de nuevo, ya que fue además grosero con el chico aunque sin querer serlo, dando la impresión de solo ser encantador para follarlo, y ahora que lo ha tenido siendo un patán desinteresado. Es de hecho la imagen que debería darle para que se aleje, también la que está más cerca de quién es en realidad, sin embargo no ha tenido suficiente de él y no se lo puede sacar de la cabeza aún cuando tiene el mundo a sus pies.

Más que un capricho, Hoseok parece ser su obsesión, y Min YoonGi nunca deja escapar una oportunidad que lo haga sentir vivo. Demasiado acostumbrado a tener todo lo que desea, y poseyendo una de las fortunas más grandes del país, no podría entonces doblegarse por un tibio cuerpo al que le fascina someter.

¿Entonces por qué se siente tan confuso?.

Ha cruzado otra vez la ciudad y espera en la entrada de su apartamento, sin querer entrar para no ser tan evidente, y permitiéndole la oportunidad de negarse pues a la fuerza jamás lo tomaría. No importa cuánto lo desee o que tan bien la pasen juntos, sabe que no lo obligaría de no saber que realmente está interesado.

Hoseok además es una presa a la que le fascina la atención, y tal como espera esa noche lo deja entrar, sin ponerse a pensar en que lo ha seguido, o que quizá esté mal permitirle esa libertad.

Solo es un tímido cachorro disfrutando el deseo que entre ambos cuerpos se crea para poder salir de su zona de confort y aprovechar que un imbécil se ha cruzado en su camino y le ofrece algo que eventualmente lo destruirá. De hecho es su maldita entrega la que lo insta a no dejarlo marchar, porque el chico es excitante por si solo y sus suspiros solo le invitan a pecar.

—De rodillas..—le ordena, cuando lo tiene desnudo en la sala de estar, y gime satisfecho cuando lo ve obedecer porque joder, es un ángel cuando se deja dominar.

Su cabello es rubio y corto, haciendo contraste con su piel casi morena, y sus pómulos filudos. Además tiene una mirada poderosa que a simple vista parece gentil, pero guarda consigo millones de deseo que YoonGi puede ver, y mejor aún: disfrutar.

Le acaricia el mentón, disfrutando tenerlo a su merced, y pronto se baja el pantalón, guiándolo hacia su erección.

—Voy a follarte..

Hoseok abre la boca dispuesto, atreviéndose también a colocar sus manos alrededor, siendo una clara señal de que a menos no es tan inexperto y sabe lo que está haciendo, aún así YoonGi le deja claro que no va a dominar, y toma su cabello, guiando los movimientos para penetrar su cavidad con sensualidad, disfrutando la calidez de su interior, y la propia situación.

Lo tiene solo para él.

—Mírame..

Cuando el chico obedece, además excitado por dejarse someter YoonGi no se arrepiente de haber regresado porque el deseo entre ambos es inmediato, y sus labios tragándoselo son la imagen más erótica que ha visto en su vida.

—Eres precioso…

Sus ojitos están cristalizados de deseo, así como también su nariz roja por mantener la respiración, mientras se mueve contra él apenas dejándole respirar, para más tarde levantarlo y apretarlo a su cuerpo, ahora permitiéndole disfrutar, frotando ambas erecciones mientras le besa el pecho y Hoseok gime bajito, aferrándose como puede a su cuerpo por largos minutos que los hacen terminar en el sofá, con movimientos rápidos, y la erección de YoonGi golpeando ahora dentro de su culo, haciéndolo gritar.

Y es imposible no perder la razón cuando lo ve alcanzar el orgasmo porque lo desea tanto que aunque la situación le confunde, no se ve a si mismo lejos de él.

—¿Todo bien?—le pregunta cuando han acabado y el chiquillo parece agotado, porque después de todo no es tan hijo de puta y no piensa solo joderlo y marcharse tan rápido como llegó.

Tampoco puede explicar porque le gusta verlo sonreír, con las mejillas sonrosadas y el cabello revuelto después de que se ha dejado follar.

—Estoy bien.

—¿Y como no?—le da un azote fuerte en su nalga derecha, intentando bromear con la situación.—Eres un guarro descarado que me iguala en el terreno sexual.

Hoseok le sorprende a acercarse y besarlo, dejando de lado la timidez de estar desnudo y en una situación que no es normal.

—¿Eso te molesta?.—le está coqueteando.

YoonGi desliza las manos sobre su precioso trasero antes de contestar.

—Eres un puto coqueto.. no me podrías molestar.

O a menos eso quiere pensar.

***

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Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora