Cielo Rojo. © [YOONSEOK]

Persuasión

Hoseok ha salido prácticamente corriendo dispuesto a marcharse de la mansión, sin poder soportar permanecer en el mismo lugar que YoonGi después de la discusión que tuvieron, y en donde de una vez por todas se dio cuenta de que tan diferentes son.

Sin embargo choca con un cuerpo fuerte que lo sostiene con fuerza, haciendo que se sienta mejor en un momento donde necesita apoyo.

—Dios, Hoseok. ¿Qué sucede?.

El pequeño alza la mirada para encontrar los ojos cálidos de su suegro, quien ha aparecido en el momento correcto para darle el confort que necesita en estos instantes donde todo está tan mal a su alrededor.

—Me duele aquí.. —señala su pecho, haciendo que el mayor suspire con pesar y le acaricie la mejilla, deduciendo lo que ha pasado.

—¿Discutiste con mi hijo?.

El más pequeño asiente, sin poder evitar aferrarse a sus brazos ya que después de todo lo siente tan cercano.

—Se lo dije—admite, sabiendo que Min le enterará.

Y este cierra los ojos con pesar, sin necesitar más detalles para saber la razón de su llanto.

—¿Qué respondió?.

—No quiere irse. No quiere escapar conmigo—Hoseok solloza, sin importar verse egoísta porque es un tonto romántico capaz de renunciar a todo por el hombre que ama y duele tanto saber que YoonGi no haría lo mismo.—Le quiero, ¿entiendes?. Y me rompe que no sea capaz de seguirme como yo a él.

El mayor traga con fuerza, pensando muy bien lo que dirá y sus siguientes movimientos para no empeorar la situación.

—Él te ama, Seok. No dudes de eso. Y claro que te seguirá. Solo debes darle tiempo para asimilar lo que propones. YoonGi haría todo por ti.

Hoseok lo ve con esperanza.

—¿En serio lo crees?.

El más adulto le sonríe, creyéndolo un tonto ingenuo.

—¿En serio lo dudas?. Mi hijo está perdidamente enamorado de ti.

Lo ve sonreír por fin, intentando dar una oportunidad a lo que con honestidad es obvio pero por las circunstancias es difícil de lograr.

—Sé que me quiere, pero no si es totalmente capaz de irse conmigo un tiempo.

El viejo Min le acaricia el cabello con ternura, sintiendo que es como un segundo hijo que debe apoyar.

—No dudes de lo que tienen—le regaña con suavidad. —Sé que es difícil y que muchas veces discuten pero la mayoría de sus miedos son malos entendidos que deben hablar con madurez para poder resolverlos.

El más chico asiente, intentando serenar el llanto ya que admite que ha perdido los nervios y no desea renunciar a YoonGi por efectivamente no comprender sus sentimientos.

—Lamento comportarme así. Solo que Dios, a veces pierdo la noción de la realidad y me da miedo todo lo que sucede cuando estamos juntos.

El mayor asiente, agradecido de haber controlado su ataque de ansiedad, ya que no cree que deban terminar por algo así.

—Son una pareja, dulzura. En las buenas y en las malas. No pueden renunciar tan fácilmente por más que la situación sea difícil.

—Soy un tonto—Hoseok asiente, disculpándose una vez más pero el viejo niega.

—No has hecho nada malo, amor. Por favor respira y manten la calma. ¿Por qué no vamos por una copa y volvemos en un rato?.

Hoseok quiere volver a la habitación para disculparse con su amante, sin embargo admite que necesitan espacio y aún no se siente bien, así que asiente, confiando en sus palabras.