Advertencia

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YoonGi ha tenido que encerrarse en una de las habitaciones de la mansión adaptada como oficina a resolver unos asuntos de trabajo, y el chiquillo de cabellos rubios aceptó esperarlo pues alegó que no tardaría demasiado, por lo qué, se ha dado una ducha y ha salido a curiosear los pasillos de la gran casa, perdiéndose varios minutos en uno de los balcones que le muestran la imagen majestuosa de las hectáreas de jardín que la propiedad tiene.

Fascinado, pues no es usual que todas las personas en Corea gocen de un terreno así: observa como incluso parece un palacio escondido entre algún bosque, ya que la propiedad es realmente enorme, sin embargo se ve interrumpido por un par de ojos pardos, custodiados por pestañas largas, y arrugas pequeñitas.

—¿Disfrutas la vista, dulzura?.

Asiente, un tanto tímido pues aunque el intruso no le habla con ninguna doble intención, mucho menos con desdén, sigue siendo una versión mayor de YoonGi y además la primera persona que conoce de su familia, por lo que no puede evitar tener precaución y miedo de arruinar las cosas.

—Es una propiedad muy hermosa, señor Min. No todos en Corea pueden vivir así.

El adulto le regala una sonrisa encantadora que aún así no llega a sus ojos, ya que aunque es amable no parece ser sincero, y Hoseok traga nervioso ya que no debe olvidar que tipo de trabajos son en los que están envueltos.

Son asesinos, y mafiosos. Quizá por eso sus ojos son tan fríos y su personalidad tan cínica.

—Somos dueños de casi toda la ciudad, Hoseok. Incluso de todo el país.

—Puedo notarlo.

El mayor debió ver el miedo en su mirada por lo que relaja la expresión, aunque no puede evitar jugar un poco con él.

—Me sorprende que entres a este mundo, sobre todo porque eres un hombre recto.

Hoseok sonríe ante su cálida voz y el coqueteo en la misma, ya que cree que está intentando hacerle el asunto más fácil, así que decide seguirlo un poco.

—¿Cómo sabes que soy bueno?. Y además, ¿Cómo podemos tener la certeza correcta de qué es realmente el bien y el mal?.

El señor Min sonríe ante la manera tan reflexiva en que ve las cosas, y que sobre todo, no esté juzgando lo que hacen cuando él no lo haría bajo ninguna circunstancia.

—Por favor, tu mayor maldad seguramente es no pagar una multa, o hasta eso has hecho bien.

Las mejillas se le sonrosan pero niega, sintiéndose verdaderamente halagado.

—Creo que me subestima, e aprecian demasiado.

—Te aprecio, si—el mayor le concede, jugando un poco con su cordura y Hoseok lo ve sacar de su bolsillo un cigarrillo para encenderlo con absoluta delicadeza. —También te tengo un poco de lastima.

No está siendo grosero pero una vez más Hoseok traga nervioso al escucharlo.

—¿Lastima?.

El de cabello oscuro asiente, y le ofrece un cigarrillo, pero cuando Hoseok niega, agradeciendo el gesto, prosigue.

—Todos los amantes de YoonGi terminan muertos. Él mismo suele arrancarles la cabeza cuando se aburre de ellos.

Las mejillas del menor palidecen, y el viejo Min ríe bajito, jugando con su cordura más de lo que debería, pero tan acostumbrado a mandar sobre cualquiera que no puede soltarlo.

—Eres un hombre precioso. Es una lastima que te pierdas a su lado.

—No creo que debas decirme eso.

Hoseok apenas puede replicar, y el mayor siente verdadera pena al ver sus ojos llenos de lágrimas ante el miedo de lo que ha dicho.

La situación siendo tan nueva para todos al ser el primer novio que conocen de YoonGi que, no saben como reaccionar a que además sea un precioso muñeco que puede romperse al más mínimo golpe.

—Estoy bromeando chico.

Los hombros de Hoseok tiemblan mientras baja la mirada, evitando que lo vea, pues las lágrimas se le deslizan por las mejillas, incapaz de soportar su chulería.

—Es una broma muy pesada. No deberías hacerla.

—Pero es que realmente puedes perder en esto y necesitas ser consiente de ello.

—¿Acaso es una amenaza? —se atreve a hablar, levantando la mirada porque aunque cree que el hombre no lo ve de mala manera: estas bromas son muy pesadas.—¿Estás intentando decirme algo?.

El mayor de los Min sonríe porque comprende la razón de que su hijo esté tan sometido a ese pequeño chico, pues es valiente a pesar de sabe quienes son  y que poder tienen en el mundo.

—Eres tan delicado, y vas a terminar decapitado.

—¡No me digas eso!.

El trasfondo de la conversación es aterrador, pero el señor Min está sonriendo, incluso sintiendo ternura hacia Hoseok, y este también ríe, entendiendo que solo es humor. O eso al menos es lo que quiere creer.

—No me malinterpretes—lo escucha hablar, dando una calada a su cigarrillo.—Estoy.. feliz de que mi hijo tenga a alguien como tú lejos de toda la mierda que nos rodea, y solo quiero que tengas en cuenta que todos estamos para cuidarte, pero que en este mundo se corren muchos riesgos para los que definitivamente no estás preparado.

Una vez más a Hoseok se le llenan los ojos de lágrimas ya que ese es ahora su mayor miedo, no obstante intenta mostrarse fuerte y asiente en su dirección, necesitando no arruinar las cosas, ni mostrarse tan asustado.

—Lo entiendo, y agradezco ser bien recibido por ustedes.

El viejo Min afortunadamente decide dejarlo en paz y le sonríe, poniendo una distancia prudente entre ambos, ya que no quiere causar un conflicto por tomarse demasiadas libertades con el chiquillo.

—Con que te folles a mi hijo, y lo mantengas contento ya haces mucho. Nos vemos luego, dulzura.

Es un tanto brusco y ha sido demasiado pesado con sus advertencias disfrazadas de bromas pero Hoseok le sonríe para luego verlo salir del balcón, caminando con esa seguridad misteriosa al igual que su hijo, sin poder evitar parecerse hasta en su chulería para coquetear, y inmiscuirse a cualquier situación como un intruso.

No obstante cuando se queda solo es incontenible frenar los pensamientos de terror ante la sola idea de que sus esfuerzos para encajar en un mundo que no le pertenece: lo lleven al fracaso, y que las ansias de quedarse con el hombre del que está tan ilusionado lo lastimen más de lo que habría esperado, ya que, todo realmente está tan fuera de la realidad que sería probable terminar en mal estado.

Llorar parece ser su nuevo mecanismo de defensa, pues las palabras del viejo Min lo han dejado inquieto, y es la única manera de sacar el dolor de su pecho mientras espera a YoonGi regrese a templar sus sentimientos.

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¡NO OLVIDES VOTAR!.

Stream Stay Alive de Jungkook producido por Suga.
Listas de Spotify en mi perfil, y en comentarios.

Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora