Intentar

2.7K 423 9
                                    

El camino en auto es interesante ya que YoonGi ha anunciado que su casa está cerca y toma las llaves para guiarlo, haciendo que Hoseok sienta curiosidad por en primer lugar saber si pueden arreglar algo de su relación y en segunda; por saber donde vive el hombre que tanto ansia en sus brazos.

Y además, lo ve esforzarse por arreglarlo, preguntando sobre todo lo que ha hecho en este tiempo separados, en medio de suspiros nerviosos y miradas traviesas. Todo opacándose momentáneamente cuando se adentran a una propiedad bastante grande, alejada del bullicio público aunque en la misma zona roja donde al parecer predomina.

No puede evitar quedarse en silencio, observando con curiosidad las grandes extensiones de terreno, hasta que por fin llegan a la entrada de la gran casa que se alza preciosa, de paredes oscuras y al menos tres pisos. Con varias fuentes a su alrededor y un jardín enorme que pocas personas en Seúl pueden permitirse.

—Es un gran lugar—afirma pues parece una mansión cuando se adentran y son recibidos por varios empleados que los guían al salón.

Las paredes reluciendo en un marfil perfecto que contrasta con los muebles modernos y lámparas de lujo, haciendo que se sienta pequeño ya que él apenas tiene dos baños en su apartamento por lo que, ver la magnitud de la propiedad le sorprende.

—¿Quieres algo de comer? —YoonGi le pregunta, pero más calmado niega y se acerca: ofreciéndole una sonrisa.

—Podemos cenar luego—corta la distancia entre ambos y se cuelga de su cuello; necesitando tenerlo cerca.—Tengo algo importante que decirte.

El mayor contiene el aliento mientras espera que continúe, dándole el valor necesario para exponer el punto que los retuvo durante ese tiempo y que, poco importa cuando se pone en contra de tenerlo.

—Quiero que regresemos.

YoonGi lo toma de la cintura, agradecido por abordar el tema pronto, y es que desde que lo vio en el bar quiere arrastrarlo a sus brazos con fuerza, para ya no dejarlo escapar jamás pues no puede si quiera pensar en una manera de soportar tenerlo lejos de nuevo.

Han sido meses horribles donde no pudo ser él mismo y ansiaba volver a verlo pero realmente entendería si su bonito cachorro no puede con lo que representa seguirlo en la vida que tiene.

—¿Estás seguro?.

El más chico ríe negando porque no está seguro de una mierda pero quiere intentarlo.

—No importa lo demás si podemos estar juntos, y confío en que no será un problema entre ambos.

YoonGi se acerca a unir sus labios en un beso intenso, recompensando el tiempo separados y que sea tan valiente para regresar a verlo.

—No sabes cuanto te agradezco.. —se siente un imbécil por dejarse llevar por lo que sea que signifiquen esas sensaciones en su pecho pues el chico parece sentir lo mismo y desea disfrutarlo.—Quiero recuperarte y haré lo necesario para que confíes en mi de nuevo.

Hoseok asiente, dejándose besar como si no importaran las consecuencias pues es lo que ha elegido y Dios: se siente tan bien en sus brazos que solo quiere recuperar el tiempo perdido.

—Estoy aquí, puedes hacer conmigo lo que quieras.

Confianza es el nuevo lazo que se crea entre ambos y YoonGi lo agradece tanto que no puede esperar para levantarlo en brazos y llevarlo a su habitación para darle la mayor de las recompensas que merece.

Rodea su cintura, acercándolo a su cuerpo, porque aunque no sea un hombre de palabras; se ha doblegado a darle una explicación y maldita sea; los resultados son maravillosos.

Hoseok cae sobre el colchón de la cama donde descansa cuando está en la ciudad, que nunca se sitió tan especial como ahora y puede tocarlo sin el temor de que algo va mal entre ambos.

Lo desviste con lentitud, dejando besos sobre su cuerpo, disfrutando reencontrarse con esos puntos erógenos que sabe que lo vuelven loco. Las sensaciones siendo tan maravillosas que el chiquillo de cabellos rubios gime bajito mientras se aferra a su cuerpo disfrutando caricias obscenas que se sienten como estar en el cielo de parte del amante correcto, hasta ser arrastrados por un orgasmo avasallador que les roba el aliento.

—Te extrañé.. —Hoseok admite segundos más tarde, aferrado a su pecho e intentando mantenerse despierto. —Lamento haber tardado tanto.

YoonGi niega porque aunque nunca enfrentó algo así y fue una tortura; no puede culparlo.

—Tenías razón en asustarte, así que no te preocupes por nada, cachorro. Lo importante es que regresaste y quieres intentarlo.

Para el pequeño es agradable saberse comprendido, y agradece ser bien recibido. Aunque ni aún con todo puede evitar ser curioso  y aprovecha a retomar el tema.

—Es una casa realmente grande—comienza.—Me agrada conocer donde vives.

—Apenas vengo aquí.—YoonGi contesta. —Suelo moverme de un lado a otro, y tener varias propiedades disponibles.

—Oh..

Debió suponerlo, un líder de la mafia no puede permanecer en el mismo sitio.

El tema es de hecho fascinante y aún le asunta pero afortunadamente YoonGi tome el control de la situación y se le suba encima; dándole cálidos besos mientras rodea su cuerpo, y con una mano deja caricias en su mejilla.

—Realmente gracias por comprenderlo y regresar.

El más chico niega, rodeándole el cuello con manos traviesas mientras sonríe y le mira con verdadero anhelo. Porque ya lo pensó demasiado y es donde desea estar.

—Quiero conocer más de ti, señor Min. Disfrutarte y destruirme en el proceso si es necesario.

YoonGi le besa, encantado con su entrega y la oportunidad que se le presenta. Seguro como la mierda de no lograr que se arrepienta.

—No voy a lastimarte, lo prometo.

Hoseok solo espera que cumpla su promesa, porque el hombre no le ha ofrecido nada más a cambio y aún así ha decidido quedarse a su lado.

***

¡NO OLVIDES VOTAR!.

Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora