Cielo Rojo. © [YOONSEOK]

Soltar

El eco del disparo se escucha por todo el lugar y Hoseok no puede evitar correr hacia la habitación con Jungkook detrás para saber que es lo que ha pasado aún cuando muy en el fondo lo sepan.

Y al por fin estar dentro ven con pesar a YoonGi sobre el piso abrazando fuerte el cuerpo sin vida de su padre.

Era predecible.

No lo están juzgando pues aún sin que tomase la decisión el hombre moriría a causa de las heridas en las piernas, sin embargo comprenden que esta era la única salida para evitar que de milagro sobreviviera a la hemorragia o la infección de las heridas.

—Yoon.. —el pequeño susurra pues YoonGi está sollozando aún sin querer soltar a su padre que finalmente ha partido lejos de la familia a quien intentó destruir. —Ven aquí, cariño.

Afortunadamente YoonGi reacciona a su voz y no duda en buscarlo no sin antes dejar a Min con delicadeza sobre el piso mientras Jungkook se ofrece a hacerse cargo del cuerpo.

—Ya no está, Seok. Se ha ido.

El mencionado asiente, abrazándolo con fuerza sin importar la sangre que lo ha manchado pues solo desea mantenerlo a salvo emocionalmente de este momento tan duro en su vida donde tomó una decisión difícil para seguir adelante.

—Todo estará bien, amor. Respira por favor— le pide con suavidad mientras lo guía hacia afuera para salir de la imagen dantesca de la que Jungkook se encarga.—Vamos a casa, ¿si?

—Me siento perdido..

YoonGi tiene los ojos desenfocados, aún llenos de lágrimas y todavía más pálido de lo usual.

Es comprensible y Hoseok solo espera que no se esté culpando o se arrepienta, ya que serían remordimientos muy difíciles de ocultar, así que solo puede darle apoyo.

—Has hecho lo necesario para estar bien, YoonGi. Y no tienes que temer a reparar lo que él rompió en su familia.

YoonGi por fin lo mira y aunque aún luce perdido parece confiar en que ha hecho lo correcto por más que duela.

No dice mucho, pero afortunadamente se deja guiar al auto y Hoseok lo lleva de nuevo a casa esperando poder sanar de este dolor tan grande al que se ha enfrentado.

Finalmente cuando están en casa permite que limpien su rostro y cambien sus ropas sucias así como acepta que lo abrace cuando entran a la cama.

Hoseok lo cuida como un niño pequeño y consuela el llanto que la decisión que tomó le provoca.

Comprende su pérdida y que siempre dolerá, así que se obliga a mantenerse callado y soportar el dolor juntos como la pareja que son.

—Nunca voy a dejarte, Yoon. No estás solo—promete porque aunque todo marche mal, el hombre aún sigue siendo importante en su vida y no lo dejará jamás.

Y afortunadamente YoonGi parece tenerlo claro porque asiente dejándose abrazar.

—Yo te prometo salir de esto para ser quien mereces, amor.

Dios, ni siquiera tiene que decirlo.

—Confío en ti, cariño. Sé que así será. No te castigues más por favor.

Vuelven al silencio.

A los momentos de desdicha y confusión, a dormir temprano y no hablar demasiado.

Sin embargo intenta soltarlo.

Sabe que su padre ya no está, que él mismo acabó con su vida y Jungkook se encargó de todo para evitarle más dolor.

No se siente bien pero al menos está mejor, esto siempre dolerá, pero sabe que no puede quedarse atrás.

Debe soltar y avanzar.

Min estaría de cumpleaños para estas vísperas y aún así YoonGi se mantiene tranquilo, deseando olvidar que todo lo malo sucedió y enfocarse en lo que ahora importa.

Porque el hombre les hizo demasiado daño como para vivir atrapado en el remordimiento de lo que hubiera pasado.

—Debo despedirme—decide unos días después cuando Jungkook le ha informado del mausoleo donde descansa el cuerpo de su padre.—Debo cerrar este asunto y seguir adelante.

—Me parece bien, ¿quieres que esté contigo?.

El mayor le ve con ternura y asiente agradeciendo el apoyo..

—Por favor..

Finalmente el llanto poco a poco disminuye y las horas dando paso a los días ayudan a que el dolor también se vaya.

Para bien o para mal dejar ir el pasado sirve para también madurar y tener las prioridades claras.

Realmente no hay nada más en que pensar.

YoonGi tiene las cosas claras y solo aceptó visitar la tumba de su padre para cerrar este capítulo de su vida con la madurez necesaria y lograr olvidarlo cuando sea posible.

Recuerda buenos momentos, muy pocos de hecho pues sus vidas siempre estuvieron manchadas de traición, y aunque no tiene claro que fue real y que no, se permite meditar en lo que perdió y perdonar las fallas del hombre al que a pesar de todo desde pequeño siempre amó.

—No me arrepiento aunque espero poder sanar—admite frente a su familia pues Jungkook y Hoseok lo acompañaron al cementerio del que apenas conoce la ubicación. —Lamento que mi padre tomara malas decisiones pero jamás podré odiarlo. Deseo que descanse en paz y que su recuerdo ya no duela.

Los hombres a su lado asienten sin mucho que decir pues ellos también cargan con ese dolor de descubrir quién era realmente Min y como los traicionó.

Pero es momento de soltar.

—Estaremos bien—opina Hoseok, sabiendo que deben marcar su futuro como prioridad.

Y afortunadamente YoonGi por fin se da la vuelta para salir del paraje, no sin antes dar una última mirada a la tumba custodiada por el mausoleo más decente del lugar.

Las letras del recordatorio grabadas a mano con exquisita fluidez y la leyenda cínica que YoonGi escribió con la ayuda de su romántico Hoseok.

Aquí descansa el ángel de los susurros y miradas oscuras. El que traicionó a Dios y fue desterrado al infierno. El rey de las más infames mentiras y palabras bonitas. Siempre en nuestros corazones y  pesadillas. Min SeokJin.

***

AHHHH ESTO SI QUE FUE UN GIRO INESPERADO. JAJKSKSKJSJSJA.  Si lo piensan era obvio, Jin es el mayor y además nunca mencionamos el nombre del viejo Min hasta ahora.
DISFRUTEEEN.