De raíz

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Eventualmente todos llegaremos al infierno y Min YoonGi no puede postergar más los asuntos pendientes con el diablo.

Todo ha sido realmente difícil desde que la traición se hizo presente en su familia de la mano de una de las personas que más quería, y tiene que armarse de todo valor para volver a ver a su verdugo y poner fin a la tragedia.

Son las cuatro de la tarde, y junto a Hoseok han partido rumbo a la dirección desconocida donde mantienen cautivo a su padre con la simple promesa de cerrar un ciclo y volver a lo que les queda.

El de cabellos rubios se mantiene callado pero no suelta su mano y YoonGi lo agradece.

No es fácil entrar a la habitación donde Min está y mantener el control cuando sus miradas se cruzan.

Y eventualmente el mayor es quien actúa por impulso e intenta ponerse en pie pero las heridas en ambas piernas se lo impiden.

YoonGi siente como una fuerza invisible oprime su corazón porque mierda es su familia y está sufriendo como el peor de los mendigos.

—Yoon ayúdame—lo escucha suplicar y no puede evitar cerrar los ojos por breves segundos porque después de todo es su padre y jamás gozará verlo en estas condiciones.

No puede olvidar sin embargo todo lo que este ha hecho y como pretendió dañar al amor de su vida para someterlo.

El plan era simple, matar a Hoseok para volverlo loco y así poder quedarse con el poder de la mafia Min.

Es repugnante.

—No comprendo como es que te atreviste a hacerlo—admite a pesar de todo con voz firme ya que sufrió demasiado y planea cerrar el asunto aunque con ello se rompa más el alma.

Min le mira con los mismos ojos del hombre que lo crió por más de veintisiete años, esos en los que alguna vez encontró ternura y apego pero que no son más que esferas cargadas de manipulación y odio.

—Eres un hombre resentido con el mundo que cayó a tus pies gracias a las malas decisiones que tomaste.

—No quise hacerte daño hijo.

—¿De verdad? Porque casi te cargas a mi novio y maldita sea, me atormentaste por meses para volverme loco.

Fue manipulación perfectamente planeada y Min no tiene excusa para justificarse.

—No es así, YoonGi. Solo quería ayudarlos, incluso los apoyaría si hubiesen aceptado marcharse.

—¿Para que te quedaras con todo?  ¿Eso querías al manipular que nos fuéramos lejos?

YoonGi ríe negando.

—Sabes que no.

—Entonces no encuentro otra explicación y usar a Hoseok para esto fue tu peor error.

El mayor niega sabiendo que ya no pueden tener otra confrontación y que si desean arreglar las cosas debe tomarlo por el lado sentimental.

—Él me hace más dócil.

YoonGi niega, no cayendo en su manipulación.

—A todos—acepta porque Hoseok es un soplo de realidad que los ha vuelto más humanos.—Pero eso no significa que puedas usarlo para ir en mi contra.

—No es así, dulzura dile.

—Seok retírate por favor.

Hoseok asiente porque está ahí simplemente para dar apoyo a su novio y no piensa intervenir en algo que solo ellos dos deben arreglar. Independientemente de la decisión que YoonGi tome, porque no importa si alguna vez le  tuvo aprecio a su todavía suegro porque nadie está por encima de YoonGi y una traición así no puede perdonarla ni siquiera él mismo.

Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora