Fantasmas

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Dos semanas después una melodía suave resuena en la camioneta donde la pareja se dirige hacia la mansión después de haber salido a cenar a un bonito restaurante a las afueras de la ciudad, aprovechando que YoonGi tenía un negocio que hacer en el lugar.

Hoseok está enfrascado en el libro digital que le hace compañía este mes, ya que el transcurso es largo para llegar a la mansión y no quiere conversar aunque se sienta muy bien hoy.

Está además sentado al par del mayor, sin necesidad de hablar y sintiéndose tan cerquita que pudiera hasta llorar de lo bien que su relación está a pesar de todo.

Jungkook y el viejo Min vienen detrás en la otra camioneta con su demás equipo de seguridad, y aunque el bibliotecario siempre se siente inquieto a que estén custodiados o que el tiempo de YoonGi sea tan complicado y tengan que tener una cita a pesar de que antes o después de ella trabaje; en esa ocasión se siente tranquilo.

Le gustaría decir que en esa noche oscura a casi las nueve, donde no había más luz que la pantalla de su tablet que mantiene encendida para poder leer; tuvo un mal presentimiento, o que los animales nocturnos informaron sobre un peligro al igual que en la selva cuando se auxilian ante un depredador, pero no fue así.

Sin embargo YoonGi a su lado si lo nota, y aunque no quiso alarmarlo mantuvo la mirada pendiente a la calle por donde transitan, atento a cualquier acontecimiento.

—Gira a la derecha—le indica al chofer que le mira confundido ya que ese no es el camino habitual, no obstante obedece mientras ve a Min sacar el celular.

Hoseok es apenas consiente de todo mientras apaga la tablet para centrar su atención en él, pues YoonGi no está nervioso ni muestra debilidad pero está totalmente atento a su alrededor como un hábido cazador que no pierde el control, porque han sido demasiados ataques. Ya no sospecha que tiene un enemigo, lo tiene claro.

Además porque el extranjero que Jungkook descubrió parece ser un fantasma. No hay rastro ni registros de que existió o exista y eso.. no es bueno bajo ninguna circunstancia.

—¿Sucede algo? —el chico le pregunta, aunque lo nota tan tranquilo que es incluso aterrador.

El mayor niega, llevándose el celular a la oreja para hacer la llamada que previamente marcó.

—Solo quiero hablar con Jungkook..

Es extraño, y cuando Jungkook contesta YoonGi le dice que se detengan y que vayan en la misma camioneta, haciendo que como se ha ordenado las dos camionetas paren y de la otra bajen el viejo Min y el tatuado para subirse a la propia.

—¿Yoon, qué está pasando? —repite, pues todos hablan con suavidad, sin demostrar nervios o terror y aún así Hoseok está asustado.

Madre mía es que la camioneta se ha detenido a mitad de camino.

Al verlo tan sorprendido YoonGi por fin lo mira, regalándole una sonrisa antes de acunar sus mejillas y darle un beso cálido en los labios, como si se despidiera.

—Tengo algo que hacer, lo siento. ¿Me disculpas?.

Hoseok niega todavía más asustado, y se aferra a sus brazos con fuerza, porque ya es tarde y acaban de cenar con el próximo plan de regresar a casa para descansar.

—Has finalizado tu día, amor. ¿Por qué te debes marchar?.

La razón de la situación se da cuando más autos distintos a los suyos se asoman por la calle contraria a donde están y todo pasa tan rápido que YoonGi lo cubre y Jungkook se sube a la camioneta también casi subiéndosele encima.

—Yoon.. —el chiquillo reniega, y el viejo Min también está dentro de la cabina, no obstante YoonGi lo ignora mientras los gritos afuera comienzan.

—Quédense con él. Jungkook cuídalo.

Jungkook asiente y se pasa a su lado para retenerlo en brazos mientras YoonGi abre la puerta de la camioneta dispuesto a bajarse.

—¡No, no!—Hoseok niega cuando es consiente de lo que hace pero Jungkook lo retiene con fuerza. —¡No me dejes aquí. Llévame contigo!.

YoonGi niega sin siquiera prestarle el más mínimo atibsimo de atención que no sea cuidarlo.

—Nos veremos pronto. Lo prometo.

—YoonGi por favor..

El viejo Min también se dispone a bajar cuando YoonGi les da la espalda pero también le detiene.

—Iré solo. Quédense con él.

—Pero hijo..

—He dado una orden. Regresen a casa.

Todo lo que saben es que el menor de los Min bajó de la camioneta para subir a otra, desviando la atención del enemigo que los hostiga esta noche como un fantasma que los persiguió en la noche, y Jung Hoseok se vuelve loco en el preciso momento en que lo pierde de vista pues se escucha una ráfaga de disparos y el chirrido de llantas frenando en las calles.

—¡Quiero ir con él!. ¡Suéltame!—grita y ambos hombres niegan mientras la camioneta en la que se dirigen va a toda velocidad por un camino diferente al que usualmente toman.

—Quédate tranquilo por favor. YoonGi solo está desviando la atención.

—Señor Min por favor ayúdame..

El mayor niega, con los ojos desesperados porque mierda, han hecho esto antes, son simplemente complicaciones en las que deben dividirse , solo que esta vez tiene que cuidar la vida de un inocente que no debió estar con ellos esa noche.

—Estaremos bien, Seok. Por favor mantén la calma mientras nos volvemos a encontrar.

El chiquillo niega desesperado, y Jungkook tiene que abrazarlo con fuerza intentando darle consuelo porque está desesperado.

—Por Dios Jungkook, tú eres su mano derecha y lo has dejado marchar solo.

El chico traga con fuerza, sintiendo el dolor tan grande de escuchar sus súplicas y como le juzga.

—El señor Min sabe lo que hace, Hoseok. Me ha dejado para cuidarle.. —se atreve a acariciar su cabello, porque realmente debe estar al lado de su jefe pero este ha preferido encomendarle su cuidado.

—Tengo miedo..

—Estarás bien, respira por favor.

El tatuado comparte una mirada con el viejo Min, ambos sorprendidos de como esta complicación haya afectado al chico, y sobre todo sabiendo que deben cuidar su bienestar si no quieren enfrentar a YoonGi cuando esté de vuelta.

Si es que regresa.

 ***

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Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora