Egoísta

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Hacer el desayuno para su amante nunca estuvo en los planes, pero ese día es de los pocos que YoonGi amanece a su lado y no están rodeados de empleados así que antes de marcharse a trabajar Hoseok prepara algo rápido en su pequeña cocina, buscando secretamente escapar de la maravillosa imagen de YoonGi durmiendo como un ángel que recibió al despertar.

Aún en su mente ronda la idea de que no, YoonGi no es un ángel aunque le haga el amor como uno, sin embargo por primera vez en meses agradece que entre ambos no haya una relación seria y pueda escapar de los líos sentimentales, o a menos intente hacerlo.

Mala es su suerte cuando siente los brazos del duende que se cuela en sus sueños rodearle la cintura, y como deja un beso en su cuello. Casi como si fuesen una pareja normal y no amantes atravesando la peor crisis existencial.

—Te extrañé en la cama, cachorro.

Hoseok cierra los ojos afligido cuando lo escucha, sin embargo algo dentro de su pecho también se siente cálido por esta nueva cercanía y por tenerlo dentro del apartamento aún cuando no han tenido sexo.

—Quería hacerte el desayuno—apenas contesta, con la voz baja y las piernas temblorosas, haciendo al mayor sonreír complacido ya que no lo está rechazando como sería predecible.

—Es muy considerado de tu parte, amor..

Los panques están listos pero YoonGi lo sube a la mesa, con manos traviesas deslizándose por sus esbeltas piernas, acabando en su cintura mientras el más chico se aferra a sus hombros y ambos intentan quitarse la ropa, olvidando momentáneamente el problema que los mantiene molestos.

Hoseok sabe que está siendo egoísta al permitir que lo toque cuando no han definido lo que sucede entre ambos ahora que detonó la verdad de su pasado, pero Dios, no está pensando cuando es seducido, y termina con las piernas abiertas recibiendo su erección endurecida que lo penetra con dureza mientras YoonGi encaja las manos en su cadera y besa con fuerza su cuello, bajando con violencia a sus pezones.

El sexo con él siempre es maravilloso, y el mayor no tarda en inmovilizar sus manos, y follarlo con fuerza por largos minutos en los que apenas puede gimotear sobre sus labios ya que además lo está besando a cada momento dándole oportunidad de respirar por pocos segundos, hasta ser arrastrados por un orgasmo intenso que lo hace gritar como un maldito animal en celo.

Todo siendo tan confuso que solloza en medio de las lágrimas de placer que también ha derramado y se aferra a sus brazos, intentando no parecer tan desesperado, mientras YoonGi lo recibe consiente de que debe darle espacio.

Le toma varios segundos calmarse, compartiendo una mirada indescifrable en los que recuperan el aliento antes de poner distancia entre ambos, consiente de la realidad que están viviendo.

—Tengo que trabajar, te puedes quedar a desayunar si quieres y luego cierras.

YoonGi no quiere perderlo tan fácilmente de nuevo así que intenta que se quede un par de minutos más en el apartamento.

—¿No desayunas conmigo?.

Dios, Hoseok lo único que desea es vestirse y salir rápido rumbo al trabajo, sin embargo acepta, regalandole una pequeña sonrisa, porque no puede ser tan caprichoso de solo tenerlo cuando desea.

—Además todavía estoy muy intrigado con.. ya sabes—se pasa la camiseta por encima, intentando parecer desinteresado ya que no sabe como comportarse.—¿Me sirves café?.

YoonGi realmente está intentando arreglarlo ya que asiente, y trae para ambos dos tazas de café mientras el más chico sirve los panques con miel para luego sentarse en la pequeña mesa de comedor.

—¿Qué más quieres saber?.

Hay tanto que preguntar y quizá teme las respuestas pero Hoseok toma un lado más sencillo, uno que aún no comprende y lo llena de intriga.

—¿Cómo encajo yo en esto?.

Debe estar idiota si cree que no se ha dado cuenta de que es un hombre poderoso, que seguramente tiene miles de amantes disponibles, por lo que no comprende como es que se ha fijado en él, y quizá está paranoico pero teme que oculte algo.

YoonGi suspira, todavía más nervioso pues cada cosa que dice parece sepultar su relación no obstante decide decirle la verdad.

—Te conocí por casualidad cuando pasé por la biblioteca y me gustaste ¿ok?.

Al más chico se le sonrosan las mejillas incapaz de creer ser un vicio para tan habido cazador.

—Creo que planeaste verme.

—¿Y que si lo hice?—YoonGi reniega, dando un par de bocados a su comida, porque ha comprendido que no es un tonto que resentirá respuestas.—Eres un hombre atractivo, e inteligente. Sería un idiota si solo te hubiese pedido una aburrida cita y no jugara contigo.

A Hoseok le han gustado esos juegos pero no está seguro de querer seguir con ello después de lo que supo, así que insiste en saber más sobre cómo pudo tenerlo.

—¿Me seguiste?.

—En muchas ocasiones.

—¿No crees que es obsesivo?.

—Eres una presa, Hoseok. Una dulce y hermosa presa por la que he perdido la cabeza. Perdóname si te he decepcionado pero no me quiero marchar de tu lado por más que me lo pidas, aunque prácticamente te haya acosado para obtenerlo.

El mencionado da un bocado a su comida, cautivado por su intensidad y la manera tan cínica en que acepta las cosas.

—No me decepcionas, solo estoy asustado. Lo siento.

Se deja tomar de la mano, agradeciendo su comprensión, como un puto egoísta que aún no sabe lo que siente, y se ha dejado cazar.

—Puedo esperar por tí el tiempo que sea necesario.

Terminar la comida en silencio es agradable, y más tarde se ha dado una ducha para salir a trabajar, con YoonGi pendiente a sus movimientos como un halcón que cuida de su presa antes de hacerla perder la razón.

—¿Quieres que te lleve?.

Niega, más tranquilo ante el hecho de estar saliendo con un mafioso, pero no decidiendo confundir las cosas que después de todo están claras desde un inicio en su relación.

—No te preocupes, después de todo solo somos sexo y tienes razón. No debería pensar tanto en esto.

YoonGi se queda callado un par de segundos antes de contestar algo que no ayuda a conservar la estabilidad, ni su paz mental.

—¿A qué ha venido esa mierda?.

—¿A qué crees?. Me estoy volviendo loco por un hombre para el que solo soy una aventura.

Joder, tiene razón pero las cosas están cambiando y YoonGi no cree que deba expresarse así.

Se acerca a rodear su cintura, regañando su actitud con caricias que lo hacen sentir culpable ya que parece querer arreglar la situación.

—Solo confía en mí.

—Lo hago..

—Y yo te agradezco, pero no digas eso nunca más ¿si?. Eres más que un puto para mí, y creo que es claro desde que estoy rogando tu perdón.

A Hoseok se le llenan los ojos de lágrimas y se deja abrazar, aún sin saber si pueden darse otra oportunidad pero siendo tan egoísta de no querer dejarlo marchar.

—Es difícil, lamento comportarme así.

YoonGi niega, como si comprendiera que es una reacción lógica por enterarse de lo que oculta, y tuviera la paciencia suficiente para esperar su perdón.

—Olvida esa mierda, y solo enfócate en confiar en mí, ¿ok?.

El más chico asiente, pero mientras también acepta que lo lleve al trabajo se pregunta si el hombre solo le causa intriga, o realmente podría aceptar quien es y lo sucedido no pese tanto en su relación.

***

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Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora