Cielo Rojo. © [YOONSEOK]

De nuevo tú.

Ver chicos atractivos en la biblioteca es usual para Hoseok, quien, se limita a admirar la belleza de estos por encima, bastante acostumbrado a que la gente llegue a la biblioteca cada día, siendo este un lugar que, es apreciado tanto por estudiantes como por amantes de la lectura y hasta ancianos que disfrutan de un clásico recién guardado en los largos estantes. Sin embargo la última visita que tuvo, o a menos a quien le prestó suma atención fue, a ese hombre atractivo de cabellos oscuros y ojos pardos que, cargaba encima un aura peligrosa que lo hacía todavía más llamativo.

Sin duda cree, que es el hombre más atractivo que ha entrado a la biblioteca, casi contrastando con los personajes literarios de sus libros, no obstante el acontecimiento se le olvida un par de días después, cuando el trabajo es demasiado y su mente ha captado que, probablemente no lo vuelva a ver, pues aunque tiene que devolver el libro que llevó, es posible que lo entregue a la recepcionista y no a él, quien suele estar por los pasillos organizando los estantes, o en su oficina, llevando a cabo las nuevas entregas que comprar, o que exhibir.

Grata es la sorpresa cuando se lo encuentra de frente mientras termina la lista de los últimos libros de historia que ha recibido, y aunque verlo causa sensaciones extrañas en su cuerpo; puede ser educado y sonreír hacia él quien además le mira directamente, como si hubiese buscado en realidad tenerlo tan cerca.

—Otra vez por aquí señor. ¿A que debo el honor?—le pregunta cauteloso, intentando que su saludo no resulte tan entusiasmado, logrando que el mayor le sonría de lado al ver seguramente el sonroso en sus mejillas.

YoonGi no tiene deseos de fingir los motivos que lo tienen de nuevo yendo hacia él.

—Quizá vine por ti.

El más chico niega, sonriendo de lado, comprendiendo el claro que coqueteo que entre ambos existe, sin embargo no tomándolo tan en serio como quizá debería.—Aqui me tiene, ¿En que puedo ayudarle? ¿Todo bien con su lectura?.

—Ya la terminé—abre los ojos al escucharlo ya que, ha sido un tanto rápido para recién haber adquirido el libro hace apenas unos días.

—Debe ser un lector muy avaro. ¿Qué le ha parecido?.

Lo ve asentir, con un evidente doble sentido.

—Lo he disfrutado. Vine a devolverlo.

Hoseok toma el libro en sus manos, y va hacia la recepción, para aunque no es su trabajo: procesar que lo ha devuelto.

—¿Tiene su credencial? ¿A qué nombre registró el libro?.

YoonGi se ríe, siguiéndole atento, como burlándose de sus palabras pero sin ser tan directo.—Supongo que debí registrarlo a nombre de Min.

El más chico frunce el ceño, deteniendo los movimientos en la computadora de recepción, un tanto molesto por ese sarcasmo burlón del hombre frente a él.

—¿Cómo se supone? ¿Acaso no lo hizo?.

—¿Debía?.

Increíble, no puede creer tanto cinismo, sin embargo su molestia disminuye y simplemente se ríe, encontrando la situación por demás cómica dado a que ni su empleados, ni él mismo se percató de un accidental hurto.

—Señor Min, claro que debía registrar el haber tomado el libro así la biblioteca tiene registro del intercambio y también una garantía de que volverá. Recuerde que no somos una librería, ni una biblioteca pública.

Lo ve asentir travieso, como si no supiera verdaderamente las cosas pero todo es encanto y manipulación para verse más atractivo.—No sabía, en serio lo siento.

El más chico asiente, registrando entonces la entrega del libro, y guardando una nota mental de hablar con el personal para que estén más atentos a que algo así no vuelva a pasar, ya que, aunque en esta ocasión el libro a sido devuelto: podría pasar lo contrario y tendría pérdidas.

—Todo está bien, ya quedó resuelto.

Aunque no tiene nada más que decirle, lo mira. Aún sonriendo de soslayo para él, de pronto sin nada que hacer, esperando sutilmente a que se retire, sin embargo el señor Min parece tener otras intenciones porque se queda en su lugar, sosteniendo su mirada antes de soltar lo que menos esperó escuchar decir.

—¿Tomamos un café?.

No es como que, a Hoseok nunca le hayan invitado a salir, no obstante tampoco es usual que lo hagan en su lugar de trabajo y cuando más concentrado está, por lo que, de momento se queda pasmado, casi congelado, no obstante después se echa a reír, como si lo que YoonGi dijo fuera un chiste nada más.

—Por favor retírese. Es todo por el libro—dice, ofendiendo al hombre que nadie a rechazado en su puta vida, y haciendo que le vea sorprendido.

—¿Has dicho que no?.

Al menor se le borra la sonrisa con solo ver su sombrío semblante, con sus labios rectos en una fina línea, su mandíbula tensa, y lo ojos fijos en él. Logrando darse cuenta que ese sarcasmo no era pura chulería y quizá el ladrón accidental de libros quiera algo más que su atención.

—Espera..—sin embargo duda, un poco incrédulo.—¿Hablas en serio?.

***

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