Cielo Rojo. © [YOONSEOK]

Yo puedo

El más chico ha perdido la cuenta de cuántas veces han estado juntos desde que lo conoció, pues la situación es tan extraña cuando no lo ve por días enteros y de repente el hombre está ingresando en la biblioteca o cuando puede en su apartamento, como si nada hubiese pasado, y como si no estuviera pensando en ello. Sin embargo tampoco lo está pasando mal, y se lo ha follado intentando demostrar que también puede ser frío  como él, y disfrutar lo que sea que existe entre ambos.

Porque puede hacerlo y no debería esperar lo que no le han prometido.

Difícil es sin embargo cuando ese martes aún se encuentra en la habitación, por lo que tiene que recibir una llamada frente a él que le trae malas noticias, y no puede ocultar que tan blando es en realidad.

—Tengo que irme..

Su mamá ha sufrido un accidente que requiere atención, y aunque al parecer no fue tan grave debe acudir al hospital para verla, y confirmar que se encuentre bien, demasiado acostumbrado a su torpeza ya que todos en la familia tan tenido un encuentro así por ser tan despistados, pero incapaz de no preocuparse ya que después de todo es su madre y le dolería perderla.

—¿Qué sucede?—YoonGi desde la cama no comprende porque se ha levantado tan de prisa y cubre su cuerpo con prendas que aunque son sencillas; le hacen ver precioso.

El chico niega, poniéndose los zapatos.

—Mi madre tropezó en el jardín, y se ha doblado un tobillo—explica sin prestarle mucho interés.—Está en urgencias con mi hermana.

El mayor se levanta, también apresurado a vestirse para hacerle frente a la situación.

—Yo te llevo.

Hoseok se detiene un par de segundos, no creyendo que sea lo adecuado o que si quiera tenga porque hacerlo ya que no son nada, y aunque solo sería un acto de cordialidad por parte, no podría evitar confundirse, así que niega, retomando sus movimientos, y apresurándose a ocuparse del asunto por él mismo.

—Puedo solo, señor Min. No te preocupes.

—Quiero hacerlo.

Lo observa, apenas habiéndose pasado la camiseta por encima, tan dispuesto a acompañarlo donde sea pero sigue sin ser lo correcto, así que toma las llaves del auto, y la billetera para despedirse y dejar las cosas tan neutrales como siempre.

—Te lo agradezco pero yo puedo solo..

🍷🍷🍷

YoonGi se ha quedado como imbécil unos minutos más  en el apartamento esperando a que regrese admitiendo que su rechazo ha sido una broma de muy mal gusto, sin embargo el cachorro de cabellos rubios no lo hace, logrando que se sienta peor ya que nadie nunca le dice que no, mucho peor alguien que le guste tanto, y se esté follando. Bufa molesto, deseando tenerlo en frente y castigarlo por atreverse a ser tan insolente, porque se está pasando.

No sabe quién es, eso puede comprenderlo, pero le jode que no comprenda que debe obedecerlo, aunque quizá sea eso lo que le gusta tanto, y es que Hoseok no parece dispuesto a ceder a sus reglas, mucho menos parece tenerle miedo, logrando que la experiencia sea nueva, ya que está acostumbrado a chicos que mueven cielo, mar y tierra por complacerlo.

Se ríe con verdadero humor, saliendo del lugar en camino a trabajar porque ya perdió mucho tiempo intentando comprenderlo, y marca hacia uno de sus hombres de confianza, esperando sorprenderlo.

—Paga la cuenta del hospital, y envía algún presente.

—¿Es todo, señor?—la voz suave y pasiva del otro lado le cuestiona, no comprendiendo la orden pero sin juzgarla por miedo a perder la cabeza.

—Es todo, estaré ahí pronto.

Cuelga desinteresado, esperando que aunque el cachorro que es su presa no permitió que lo llevara a su emergencia, a menos se sorprenda de que como sea: él manda, y ha decidido hacerse presente pagando la cuenta.

🍷🍷🍷

Hoseok llega al hospital nervioso, no solo por haber rechazado al hombre con el que está saliendo, sino porque en serio le preocupa su madre, y desea saberla en buen estado, y aunque los médicos dicen que no fue algo grave, la mujer está asustada, riéndose a carcajadas porque tropezó con una herramienta, hasta dar vueltas en el piso y también golpearse la cara, lo que le deja en un peor estado aunque no le haya costado algo más fuerte.

El chico se siente satisfecho de consolarla, apenas cubriendo el rubor de sus mejillas cuando recuerda lo que dejó en casa, y piensa que posiblemente consecuencias tenga, sin embargo sin arrepentirse porque sabe que tomó la decisión correcta.

El verdadero embrollo es cuando llega el momento de sacar a su madre del sitio hospitalario, pues se ha enterado que no tiene que pagar la cuenta y que además han traído flores para ella.

—¿No fuiste tú?—la mujer le pregunta, tomando el ramo de rosas que una enfermera le entrega, y aunque es un detalle hermoso, el bibliotecario no comprende quien pudo dárselo.

Taehyung ni siquiera sabe del asunto y él es su más cercano.

—Probablemente sea un amigo tuyo.

Ambas niegan y es su hermana quien se encarga de despejar las dudas, mientras sostiene la silla de ruedas dónde la mayor descansa.

—No le avisamos a nadie, así que tú tienes la respuesta.

Todo es aún más confuso pero quizá la tenga, y es que solo YoonGi tenía idea de lo sucedido, y quizá sea él quien ha tomado partida en el detalle, lo cual le confunde en demasía pero no se enfoca en ello para no crear confusiones que solo lo vuelvan loco, porque además ha pagado la cuenta y no es un idiota para rechazar esa ayuda.

Niega, no evitando sin embargo sonreír como uno.

—Lo importante es que estás bien, vamos a casa—les pide a ambas, quienes aunque lo observan con curiosidad no cuestionan lo que sea que esté pensando, o quién sea que se ha involucrado.

Porque Hoseok parece poder con todo, aunque YoonGi solo confunda las cosas.

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