Rosas

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Lo sucecido siempre dolerá pero Min YoonGi decidió continuar y enfrentar su nueva realidad con el ser más valioso que conserva a su lado.

Incluso vuelve a sonreír cuando lo tiene cerca pues Jung Hoseok parece ser la única medicina a la depresión que tiene encima.

Vuelve a altamar, trabaja como antes y observa con ojos traviesos a su novio que cierra el fin de año en la biblioteca con las mejores ganancias.

Le hace el amor y lo trata con la misma ternura como desde que le conoce. Y lo espera despierto cuando el pequeño se ausenta horas extras en la biblioteca.

Suelen decir que la calma después de la tormenta es la recompensa a tanto dolor pero Min YoonGi jamás se imaginó que podría volver a sonreír por el simple hecho de que el pequeño le sonría o invite a una cita.

Él parece ser la clave.

Y Dios, realmente jamás pensó que sería de esos hombres que son capaces de dar todo por un amor.

Tonto y placentero amor.

Sin embargo para el segundo viernes de diciembre, a poco antes de las fiestas navideñas aún lo sucedido duele, pero se enfoca en disfrutar lo que con tanto esfuerzo ha logrado merecer.

Entra a la biblioteca como un fulano que no teme represalias y asecha a ese bonito cachorro que lo vuelve loco como desde el primer día en que lo conoció.

—¿Tienes un momento libre, cariño?

Hoseok levanta la mirada de lo que hacía para verlo con ternura, totalmente feliz de tenerlo porque el hombre realmente lo está intentando, y se siente tan orgulloso de verlo esforzándose por renovar las fuerzas que necesita para sobrevivir que, no puede evitar ser un tonto enamorado que haría todo por él.

Y de todas las cosas que podrían pasar antes de saludarlo, YoonGi extiende su brazo cargando un precioso regalo que lo deja boquiabierto porque es explícitamente algo que jamás pensó que le daría.

—Feliz viernes.. —lo escucha susurrar, y no es un día en especial, ni siquiera su aniversario pero Min YoonGi le ha traído un ramo de rosas rojas mientras le sonríe con encanto.

—Feliz viernes—Hoseok apenas puede contestar aún sorprendido, pero toma en sus manos el gran ramo, sin poder evitar sonreír como un tonto porque sigue siendo el romántico cachorro que se derrite por detalles anticuados como estos.

YoonGi siempre lo lleva de viaje e invita a los más lujosos lugares, incluso le compra ropa y regalos costosos como libros de primera edición que ni él siendo bibliotecario puede obtener, pero esto.. es demasiado.

—¿Te gustan?

El mayor está nervioso pese a intentar ocultarlo lo que le causa aún más ternura.

—Me encantan, aunque.. —sigue siendo un tonto que le da vueltas a las cosas.—Me gustaría saber a que se deben.

El mayor no tiene dudas.

—Simplemente porque te quiero. Y no volveré a arruinar lo nuestro por más que esté asustado ante lo que representas en mi vida—le contesta con honestidad haciendo que se le llenen los ojos de lágrimas porque por fin lo está teniendo.

—Dijiste que nunca me darías flores.

El mafioso le dedica una sonrisa encantadora antes de sentarse en la orilla de la mesa.

—También prometí no enamorarme y aquí me tienes.

Hoseok por fin reacciona y deja con delicadeza las flores sobre la mesa, totalmente atontado por la oportunidad que está teniendo y que Min YoonGi le pertenezca.

—No tienes idea lo feliz que me haces—se cuelga de su cuello para luego darle un suave beso, cargado de sentimiento.—Te amo más de lo que debería y de lo que cualquiera soportaría.

Los ojos del mayor brillan obteniendo la recompensa que le debe la vida, porque realmente no creyó que la merecía y solo el pequeño chico ha sido capaz de demostrarselo, siendo la prueba de que aún en el mundo en que vive existe un rallito de esperanza.

—Eres todo lo que está bien en mi vida cachorro, y estoy tan feliz de que estés a mi lado que amarte es simplemente la recompensa que me debe el maldito destino por haberme puesto en tu camino.

El chico asiente ilusionado, forjando ese lazo que se tambaleó en el pasado. Porque ya no hay porque temer y Min YoonGi está a su lado.

—Puedes hacer de mi lo que desees Yoon. Siempre estaré a tu lado.

Es una dulce promesa en ese destino hasta entonces amargo y que aún con el dolor del pasado se reintegra. Sabe dulce.

Lo han logrado.

Y YoonGi florece como las rosas que le ha regalado.

***

¡NO OLVIDES VOTAR!.

Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora