Ya es común que Hoseok también invada el hogar de YoonGi aunque este no esté en casa, así que cuando el viejo Min se lo encuentra dando vueltas por los pasillos de la mansión no puede evitar invitarle una copa e inmiscuirse en una tonta charla, pues después de todo el chico es un desconocido en su familia que ocupa un lugar importante en la vida de su hijo, por lo que es imposible no observarle con atención.
Incluso si más allá de eso no hay un futuro claro donde pueda permanecer a su alrededor.
—¿Todo está bien, dulzura?.
El chico está inquieto, de hecho más de lo usual al encontrarse en ese lugar, como si los problemas que están teniendo lo alcanzaran y también quisiese encontrar una solución para enmendarlo.
—YoonGi no se siente bien y eso también me afecta—lo escucha decir, efectivamente empático ante los malos momentos que pasa la dinastía Min, y tan puro que el mayor apenas puede creer que sea real.
—Las cosas se han complicado, cariño. Pero no te preocupes. Lo resolveremos y ustedes estarán bien.
No puede evitar verlo con ternura, como si se estuviese refiriendo a su hijo, y agradeciendo muy en el fondo la influencia que tiene sobre el mismo.
—Lo haces más dócil—continúa en voz baja, tan sedado de sus errores que ya no reacciona con brusquedad ante las circunstancias. No como su hijo.—YoonGi es terco e incluso frío. Destruye ciudades enteras si se entera que han conspirado en su contra, y acaba con la vida del responsable de crear un problema en su territorio.
—Eso no me deja más tranquilo.
—Debería—le sonríe casi con delicadeza.—Se ha mantenido cuerdo por ti y hasta ahora no corre un río de sangre en la ciudad. Has hecho demasiado para hacerlo feliz.
Hoseok le sonríe, con las mejillas sonrosadas y un brillo peculiar en la mirada.
—¿Tú crees?.
El viejo Min asiente, dando un trago más a su copa de vino blanco. Orgulloso de todo lo que YoonGi ha logrado aún cuando su vida no ha sido fácil y ser un Min es quizá una maldición que heredó de él mismo.
—Le has dado un motivo que nunca tuvo.
Recuerda tiempos oscuros donde era un idiota cegado por los placeres de la vida y perdió lo único bueno en su vida. Donde YoonGi lo rescató y le dio la paz que necesitaba aún cuando con ello se condenó a enfrentar el trono de la dinastía que lo sepulta en paredes de cristal donde solo el pequeño chico es un rallo de sol en medio de la tempestad.
—No sé si sabes pero es mi culpa que haya perdido a su madre—se sincera porque hace mucho tiempo aceptó su culpabilidad y pidió perdón a su hijo por no haberlo podido salvar.—Me dejé traicionar.
Hoseok aguanta la respiración ante esa verdad en la que YoonGi jamás quiso profundizar, así que el viejo Min continúa.
—Tenía muchos amigos y cientos mujeres a mi merced, ¿sabes? —habla con neutralidad, con la fortaleza de no superar lo vivido sino aprender a vivir con ello para ser mejor para su hijo.—Quise morir cuando mis errores acabaron con la vida de mi esposa pero gracias a Yoon me quedé.
—Debió ser muy duro..
—Lo fue—acepta con melancolía, sin gritar o si quiera alzar la voz porque nada se solucionará con tener rabia o llorar.—Uno de mis socios era americano—le cuenta, no queriendo juzgar raíces pero si aceptando que América tiene mucha más viveza que Asia en varios sentidos.—Me presentó mujeres preciosas con quien perdía mi tiempo confiando en que él cuidaría mis espaldas. Hacíamos negocios juntos e incluso tuvimos una orgía con mujeres de todas las razas posibles.
El mundo es bajo, y el viejo Min vivió tanto esos placeres que por eso ahora está muerto en vida con la única ancla de su hijo para quedarse e intentar ser fiel a si mismo.
—Su nombre era Albert, tan carismático con su idioma extranjero y sus características parecidas a las mías ya que ambamos la fiesta y las mujeres. Pero tan inteligente al regalarme un viaje a las Vegas mientras se quedó en Corea a acabar con mi esposa.
Hoseok siente los ojos llenos de lágrimas porque Dios, el hombre realmente fue cegado por el placer y eso acabó con su vida.
—Cuando regresé me había quitado a la madre de mi hijo y había roto su corazón..
—YoonGi lo..
—Mató—termina por él, arrepentido de que haya sido el pequeño Min quien haya resuelto la situación cuando él aún estaba en la cama de una bella mujer extranjera que robó su atención.—Me volví loco, Seok—se sincera atormentado por tanto dolor pero sin perder la compostura.—Perdí la cabeza cuando mi hijo entró a este mundo y se llenó de rencor.
Hoseok solloza, resentido a que por los errores de un entonces imbécil viejo Min; YoonGi haya pasado por tanto horror.
—¿Por que me cuentas esto?.
No cree que su suegro sea una mala persona y de hecho lamenta que haya pasado por tanto aún cuando se equivocó, pero a veces no entiende porque se acerca tanto a él.
Así que agradece cuando al fin le ofrece una explicación.
—Eres mi familia ahora que estás con él. Lo haces feliz. Eres su luz.
Hoseok sonríe en medio del llanto porque ambos Min alegan no ser una pizca de románticos y aún así le han dicho las mejores cosas como para no sentirse así de bien.
—¿No te molesta que cause eso en él?.
—Jamás lo haría—el mayor contesta con suavidad, con los ojos neutros y tranquilo pese a todo lo que carga encima, pues al parecer no se perdonó a sí mismo pero aceptó su error para continuar viviendo al lado de su hijo. —Lo único que deseo es que ambos estén bien y que sea quien sea que está tras mi hijo no le cause lo que a mí.
Hoseok abre los ojitos asustados.
—¿Crees que se trata de un americano?.
El viejo Min asiente aunque aún no está seguro de lo que piensa.
—Jungkook está tras las pistas sobre algunos sospechosos pero tú no tienes nada que ver, dulzura. Por favor no te agobies o me arrepentiré de charlar contigo.
Pese a que nunca lloró o bajó la guardia, el viejo Min cariñoso y educado regresa, y a Hoseok le duele como es que el hombre a pesar de todo parece alguien desprovisto de color debido al trauma que vivió, y aún así se enfoque en hablarle con amabilidad.
—Te agradezco tanto que permitas que entre a tu familia..
Se gana una sonrisa de su parte antes de cerrar el tema pues no quiere causar un conflicto por haber soltado la lengua con el chiquillo.
—Confío en ti y en mi hijo. Sé que estaremos bien, cariño. No te preocupes por esto.
Una vez que se quedan en silencio Hoseok solo espera que realmente las cosas no sean como sospechan y que no haya otro conflicto entre las mafias de Asia y América.. no después de saber como acabó la primera.
***
¡NO OLVIDES VOTAR!.
¡Saquen sus teorías!.
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Cielo Rojo. © [YOONSEOK]
Fanfiction-Encuentro el paraíso dentro de tus piernas, amor. Dónde YoonGi es un mafioso temido en toda Corea, y Hoseok un bonito dueño de biblioteca por el cual pierde la cabeza. *** Maravillosa portada hecha por @Reynosukee 💫 ❌ HISTORIA HOMOSEXUAL ❌ YOONSE...