Cielo Rojo. © [YOONSEOK]

Merecido

YoonGi no sabe que mierda ha pasado, ni porque reaccionó de esa manera cuando el cachorro lo vuelve loco, pero es una oportunidad perfecta para apartase y dejar libre su camino, no obstante se siente tan atraído hacia él que lo que menos quiere es lastimarlo, a menos de esa forma.

Solo es consiente de que no puede trabajar toda la tarde arrepentido por lo que hizo, y quiere correr a su tibio cuerpo para pasar otra noche juntos. Porque ha sido un jodido idiota, lo sabe, por ende regresa al apartamento poco pasadas las ocho, con una botella de vino blanco en las manos, y el orgullo escondido para no perder ni un solo día con ese ángel que le provoca millones de suspiros. No porque crea que puede tenerlo cuando sea, si no porque sabe que el chiquillo también lo desea y pueden arreglar este mal entendido como los adultos que se supone que son.

Él al menos; es un hombre de palabra y sabe reconocer los errores que comete, siendo estos míseros porque cada cosa que hace o decisión que toma es infalible, y con Hoseok eso es lo que le jode, porque el maldito bibliotecario le saca de los límites y lo hace sentir como un imbécil cuando lo tiene de cerca.

Es por ello que tanto le gusta, ya que su vida es cuadrada, tan placentera y estable que de pronto estar siguiéndolo y quemarse con el fuego que le provoca es excitante. Puede apostar incluso que la mayor preocupación de Hoseok sobre su relación es lo grosero que en ocasiones se comporta y no los secretos que le oculta, lo cual le hace sentir menos expuesto pues para Hoseok son iguales.

Tan iguales que al momento de tocar a su puerta lo recibe molesto, luciendo jodidamente precioso en una pijama de ceda color rosa, y los ojitos pequeños seguramente por haber llorado.

—¿Qué haces aquí?.

YoonGi traga grueso, sintiéndose amedrentado ante un ser tan perfecto, y después de haberlo lastimado, pero no dispuesto a seguir siendo un imbécil que juega con su tiempo.

—Quisiera hablar contigo. Vine a disculparme.

El más chico se apoya en el respaldo de la puerta, aún sin dejarlo pasar, y tan molesto que Min YoonGi realmente se arrepiente de lo que ha hecho.

—Has sido muy grosero, hyung—lo escucha decir, con su vocecilla suave y aterciopelada, haciendo que se pierda en sus pensamientos.

—Lo sé, y estoy avergonzado de mi comportamiento, pero si me permites quisiera enmendarlo.

Por un momento comparten una mirada indescifrable, dónde puede verlo dudar, seguramente analizando si dice la verdad o es el mismo patán que lo siguió hasta tenerlo bajo su cuerpo, no obstante y aunque es un dulce chico; no acepta que regresen tan fácilmente a conocerse, o lo que sea que sea esto que los está matando.

No a menos tan pronto.

—Agradezco tus disculpas pero vuelve otro día. Quiero dormir solo esta noche, y creo que necesitamos espacio.

YoonGi abre la boca ofendido porque Hoseok es el primer hombre que lo rechaza, y que se atreve en sí a ponerlo en su lugar, sin embargo sabe que lo tiene merecido y que ha sido un idiota que debe ser castigado.

Está tan avergonzado que ni siquiera puede discutirlo.

—Entiendo..—baja la mirada un par de segundos antes de dar un paso atrás, deseando volver a su lado pero respetando su espacio, aun deseando enmendarlo así que repite:—Lamento mi comportamiento, y si me permites te invito a cenar luego.

El menor no acepta, pero tampoco se niega y asiente tan putamente atento, con las facciones suaves, y su semblante en calma, que lo hacen perder la cabeza.

—Ya puedes irte.

Además sonríe para él dispuesto a zanjar el asunto, y joder creería que lo está humillando de no ser porque lo conoce tan bien y sabe que simplemente está marcando límites para que lo respete, cosa que le aplaudiría porque demuestra que atractivamente inteligente es, de no ser porque lo está rechazando.

Asiente, entregado a obedecer y compensar lo que le ofrece.

—Espera..—está dispuesto a marcharse, pero su dulce voz lo detiene, lo que le hace girar esperanzado.—Me quedo con la botella si no te importa.

Es un maldito descarado.

YoonGi ya no puede más, y se la entrega, sintiendo las mejillas sonrosadas por lo vivido, y luego sale del lugar porque respeta que es quien se ha equivocado y Hoseok solo le ha puesto un alto que se merece por haberlo lastimado.

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