La noche acaba con el mayor de rodillas ante él, masajeando su erección con posesividad, como si regañara el tiempo que estuvieron separados, resintiendo no poder tocarlo, haciendo que ahora que si; Hoseok gima bajito, como un animalito asustado ante su primer celo, disfrutando como los labios de YoonGi lo devoran entero, y sus traviesos dedos se cuelan a su agujero, dilatando sus paredes íntimas como un ladrón que conoce los terrenos por dónde camina.Las sensaciones que le provoca siendo tan exquisitas que solloza perdido porque además tiene los ojos vendados y las manos atadas, dejándolo expuesto ante el mayor quien le tortura de maneras en que nunca imaginó, dejando fuertes azotes en su trasero hasta luego de lamer este con lascividad: penetrarlo contra el colchón de la cama en la que se encuentran.
Hoseok se aferra a su cuerpo con las piernas cuando lo tiene cerca, porque no soportaría tanto de no tenerlo junto a él, y se permite abrir la boca en gimoteos bajos mientras las embestidas dentro de su apretado culo se incrementan y el mayor encaja los dedos en su cadera para sostenerlo con fuerza y poder empujar dentro de su cuerpo con mayor facilidad.
Tan perdido en el placer que apenas registra el lazo que se está creando entre ambos.
—No me gusta que llores por un tonto como yo..—lo escucha decir y el pequeño apenas puede entender, ocupado en sentirlo dentro que de lo demás a su alrededor.
Está con la vista bloqueada no obstante centra su atención por un momento en dónde puede sentir que está, ambos con los labios abiertos, unos sobre otros, compartiendo besos quedos y suspiros entre respiraciones, y aunque no sabe que responder no piensa en ello y le besa, necesitado por sentirlo antes de ser arrasados por el orgasmo que su reconciliación les ha dejado.
Una vez que todo termina YoonGi libera sus ataduras y lo estrecha en brazos, realmente más atento que antes pero sin resultar exagerado, haciendo que su habitación se sienta cálida y su compañía sea encantadora.
Aún así es tan ambicioso que no se puede quedar callado.
—¿Vives cerca?.
YoonGi está recién perdonado y parece saber que no puede negar la información ya que debe complacerlo y Hoseok no pide demasiado.
—Estoy del otro lado de la ciudad.
El más chico abre los ojos asombrado, porque lo visita casi diario en este tiempo juntos y no puede creer que no se lo haya dicho.
—¿Cruzas la ciudad cada que vienes a verme?.
Cuando YoonGi asiente realmente permanece sorprendido ya que después de todo no parece ser solo una follada rápida cuando viaja diario para verlo, no obstante no se quiere hacer muchas ilusiones y mejor escarba en más respuestas.
—¿Vives en un apartamento o en casa?.
—Casa.
—¿No podría ir a verte?.
YoonGi suspira, porque la información es de alguna manera delicada.
—No tengo ningún problema en ser yo quien venga a verte.
—¿Eso significa que no?.
Hoseok no está sorprendido y YoonGi realmente no comprende como es que está pidiendo más, no obstante cede al menos un poco para evitar un problema entre los dos.
—Puedes hacerlo cuando quieras.
Sonríe, sintiendo que ha ganado.
—¿Mañana?.
—Estás pidiendo demasiado.
—¿Mañana?—insiste, dejando besos sobre su pecho, haciendo reír a YoonGi quien se doblega, no creyendo que haya problema aunque nunca lo ha visto en otro sitio que no sean los ya mencionados.
—Mañana después de tomar una copa.
🍷🍷🍷
Efectivamente al día siguiente después de la cena lo invita a un bar cerca de su parte de la ciudad, logrando que Hoseok se sienta complacido aunque el ambiente ha cambiado un poco al encontrarse en sus terrenos, en medio de un territorio que domina, dónde lo reconocen y respetan.
Son barrios bajos y aún así Hoseok está sonriendo como un chiquillo mientras toma de su copa, su timbre de voz siendo alto, y su risa escuchándose por todo el lugar, levantando miradas curiosas que se preguntan el porque si es el amante de Min no está en la cama sino de su brazo en un lugar público.
No cree correr peligro, de hecho YoonGi es el peligro de ese lado, pero es un ambiente siniestro donde no es fácil ocultar la realidad.
Hoseok ha perdido la vista en un bonito chico de cabello castaño que llora de manera callada, resintiendo el contacto de otro sujeto a su alrededor que lo está molestando, sin alzar la voz, como si estuviera resignado a su acoso, y no puede evitar sentirse molesto, deseando ayudarlo.
—Lo está molestando—le informa a YoonGi antes de bajarse del taburete, no obstante este lo retiene de la cintura más molesto que desde lo conoce.
—No te metas.
Hoseok le observa indignado, porque jamás le ha tenido miedo, de hecho desconoce su mundo, y no cree que deba prohibirle hacer algo.
—Si no vas a ayudar cállate. Iré a ver cómo se encuentra.
Se suelta de su agarre, no creyéndose un justiciero ante una situación tan desagradable sino un ser humano que no puede ver cómo acosan a otro cuando está presente. Tampoco es violento al interponerse entre ellos pero cree que es lo suficientemente intimidante para dejar claro que no puede tocarlo.
—Déjalo en paz. No lo molestes.
El chico abre los ojos asustado, seguramente creyéndolo hombre muerto pues el agresor los observa sin miedo.
—¿Tú quien mierda eres, y por qué te metes?.
—¡Lo estás acosando!. ¿¡Tú quien mierda eres?!.
El sujeto está a punto de acercarse a él y aunque Hoseok no le tiene miedo todo a su alrededor se descontrola y varios hombres de seguridad lo resguardan, con armas en manos.
—Aléjate. está con el señor Min.
Al escuchar la referencia a YoonGi, Hoseok gira asustado por si la situación no fuera suficiente, buscando una respuesta a porque lo han mencionado en un acontecimiento que se ha salido de control.
De hecho se queda sin palabras y ni siquiera sabe dónde se encuentra el hombre con quién llegó, no obstante antes de que pueda pensar en decir algo: los hombres armados apuntan contra el intruso, logrando que niegue nervioso, observando en su dirección.
—No sabía, no quiero problemas.
—Entonces aléjate
Todo pasa tan rápido que Hoseok grita horrorizado cuando al no obedecer los hombres disparan contra él, y nadie hace nada cuando el cuerpo de este cae al piso, manchando de sangre a su alrededor mientras los demás continúan en lo que hacían, y ni siquiera el chico que defendió parece afectado ante lo que pasó.
De hecho nadie dice nada, cuando el grito de Hoseok pierde sonido, y este solo es un manojo de nervios que se ha llevado las manos a la cabeza, cubriéndose atemorizado de ser el siguiente, pero su instinto de supervivencia es más fuerte cuando corre hacia cualquier lugar, deseando encontrar una salida, solo para chocar de frente con un cuerpo duro que apenas puede reconocer.
Está temblando y aún así cuando tiene a YoonGi cerca, y le observa a los ojos: siente demasiadas emociones ya que comprende por vez primera en lo que parece estar involucrado, y no cree como es que está tranquilo ante lo que todos han visto.
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Cielo Rojo. © [YOONSEOK]
Fanfiction-Encuentro el paraíso dentro de tus piernas, amor. Dónde YoonGi es un mafioso temido en toda Corea, y Hoseok un bonito dueño de biblioteca por el cual pierde la cabeza. *** Maravillosa portada hecha por @Reynosukee 💫 ❌ HISTORIA HOMOSEXUAL ❌ YOONSE...