¿Solo eso?

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Cuando YoonGi regresa con un vaso con agua, galletas, más refrescos en las manos, solo puede tomar la bebida y intentar descansar porque el cuerpo le pesa demasiado por la actividad hecha, aunque no se arrepiente ya que todo durante y después del sexo es asombroso y su amante sobrepasa las expectativas de lo que alguna vez creyó que serían.

—¿A qué hora regresamos mañana?—está bostezando y muere de sueño, aunque quiere disfrutar más de su compañía.

Afortunadamente YoonGi apaga la luz, respetando su espacio y que desee marcharse a dormir después de lo que vivieron.

—A las once, así que descansa.

—¿Dormirás aquí?

Asiente, para luego acostarse a su lado, y llevarlo inconscientemente a sus brazos, en primera porque las ansias de tenerlo cerca son incontrolables, y en segunda porque sería estúpido fingir frialdad cuando han tenido momentos tan íntimos y se agradan de manera inexplicable.

—Me despiertas si te mareas por el movimiento del bote, ¿ok?.

Hoseok asiente, aferrado a su pecho desnudo, aún intentado bromear con el hombre a su lado, recibiendo respuestas tontas de su parte.

—¿Me dirás también si te mareas con tus drogas?.

YoonGi se ríe, dejando un beso en su coronilla antes de darle las buenas noches.

—Te lo diré, duerme tranquilo.

Finalmente en algún momento se quedó dormido, sonriendo como tonto porque lo es, aunque quiera creer lo contrario, ya que no imagina que le esté ocultando algo.

🍷🍷🍷




Despertar es agradable por primera vez juntos desde que se conocen, con YoonGi aún en la cama sin salir huyendo de lo que hicieron y él sin ninguna emergencia que cubrir, haciéndolo sonreír satisfecho, aún sintiendo el picor de la hipersensibilidad en su cuerpo pero disfrutando la cercanía de quién se lo ha hecho, sujeto que, permanece somnoliento a su lado.

—Creo que son las nueve.

—Me perdí el amanecer—reniega ya que deseaba verlo, haciendo un puchero que hace que YoonGi quiera abrazarlo.

—Podemos volver cuando quieras, y madrugas. Solo no cuentes conmigo porque, que pereza.

Lo hace sonreír, sintiéndose más pequeño de lo que es porque su hosco trato se mezcla con su dulzura, y antes de que pueda decir algo estúpido YoonGi toma la iniciativa de levantarse y ordenar que les sirvan el desayuno esta vez en el camarote.

Después de comer lo pierde ya que sale rumbo a otro lugar del barco para tomar una llamada de trabajo, lo cual le recuerda que aún debe averiguar lo que hace, así que lo espera, recogiendo sus cosas en la pequeña maleta que trajo sin saber lo que le esperaría.

—¿Tienes todo?.

YoonGi no está tan atento como antes pero aún le observa con atención, seguramente apresurado porque se les está haciendo tarde, aunque no entiende cuál es la prisa si es domingo y no debería tener que medir su tiempo.

—Estoy listo—anuncia sin embargo, ya que por lo que sabe el capitán ya emprendió camino para que estén a las once en el puerto.—¿Todo bien?.

YoonGi no le sonríe pero asiente, acercándose a dejar un beso suave en sus labios, agradeciendo esta oportunidad.

—Todo perfecto, gracias por venir conmigo.

Es un momento especial, y Hoseok está tan cegado por lo bien que se ha sentido que no puede evitar desear más de lo que le ha dado.

Cielo Rojo. © [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora