Cielo Rojo. © [YOONSEOK]

EXTRA I

Dos años después.

Hoseok nunca fue aficionado a comer de más pues su esbelta figura siempre fue natural y de hecho su metabolismo es lento por lo que se satisface rápidamente con un plato de comida. Pero últimamente come más galletas de lo usual e incluso compra coca-cola cada que tiene ocasión pues se concentra demasiado en el trabajo con algo entre los dientes.

Mañas que nunca tuvo y dos años después de su matrimonio ha descubierto.

YoonGi suele regañarlo por la cantidad de golosinas que ingiere pero estas llamadas de atención no pasan de eso y el chico disfruta los malos hábitos que tiene cuando a veces no son ni las diez de la mañana.

Sin embargo la discusión finalmente comienza cuando Hoseok va al baño dos veces seguidas en la misma semana por haber sentido náuseas a plena madrugada, haciendo que YoonGi despierte asustado pues no sólo obviamente duermen en la misma cama sino que hace que se siente alerta por el simple hecho de que lo ama.

—Tienes malos hábitos alimenticios y eso te hace daño. Debes comprender que ya no eres un niño y tu salud sufrirá las consecuencias de las porquerías que ingieres..

—Ya te escuché ¿si? Por favor has silencio que no estoy feliz de estar vomitando.. —Hoseok reniega porque no cree que la situación sea para tanto.

Es normal comer galletas y soda un par de veces a la semana aunque lo suyo sea más bien antojos sorpresivos.

—Tu metabolismo es lento, no puedes comer demasiado.

—No deberías opinar sobre la alimentación de los demás, YoonGi. No es correcto.

El mayor asiente porque jamás ha sido su intención controlar las calorías o juzgar su peso, solo está preocupado porque nunca lo vio comer tantas golosinas como desde hace unas semanas.

—No quiero opinar sobre algo que no me concierne pero eres mi esposo y has despertado dos veces vomitando esta semana.

—No te incumbe y solo comí tres galletas ayer.

—¿Tres? —YoonGi exclama enojado. —Cenamos camarones, ¿cómo pudiste comer dulce después? ¿Dónde te cabe tanta comida y aparte como es que crees que revólver así los alimentos no te hará daño?

Hoseok se encoge de hombros porque realmente no estaba pensado cuando tomó el garrón de galletas de la cocina poco después de que cenaron.

—Tenía antojo…

Se da la vuelta para lavarse los dientes porque no cree que su nuevo apetito y antojos extraños sean un problema aún cuando si es muy irresponsable mezclar mariscos con galletas y el chocolate que no ha mencionado.

—Haz lo que quieras pero cuando estés congestionado no me llames llorando.

—¡No lo haré porque eres un mandón amargado!.

Aunque YoonGi quiere decirle justamente que se comporta como un niño prefiere salir de la habitación e iniciar su día de trabajo aunque sean las cinco, porque no puede meterse con su cuerpo sino quiere crear un mal entendido que afecte su autoestima o metabolismo.

Poco falta sin embargo para romper la promesa de no recordarle que debe en serio tener cuidado con su alimentación ya que ese mismo día lo llaman de urgencia pues su esposo no fue a trabajar gracias al malestar y además se ha desmayado frente a los empleados de la mansión poco después del desayuno.

Todo es un caos y de no ser porque manejó tan rápido para llegar al hospital estaría estallando en llanto, sin embargo cuando ingresa a la habitación en la que han traído a Hoseok sus nervios se calman y no puede evitar correr hacia él sin importar lo enojado que esté porque jamás podría ignorar su estado aunque le advirtió que debía cuidarse mejor.