🚫La no lectura de este capítulo no afecta la trama general.
Hana
Por primera vez en todos estos años me sentía completamente sola y vacía.
Las personas a quienes consideraba mi familia se habían marchado y por más que me llevara bien con los demás dioses no era lo mismo.
Nadie ocuparía su lugar jamás
Liam había muerto dejándome con un nudo en el corazón, Rae se había unido a las fuerzas del inframundo llevándose mi alma con él, Hela estaba desaparecida aumentando mi dolor y Ecresio se peleó con el líder del campamento por lo que también termino yéndose con el dios del inframundo.
El campamento sin ellos era horrible, mi vida sin ellos era horrible. Los días solo pasaban y mi cuerpo se había transformado en un caparazón sin emociones que se movía de aquí para allá entre pelea y pelea.
Estaba cansada y las heridas de guerra no me ayudaban.
Lo único bueno que la guerra trajo a mi vida fue haber conocido a mi madre, la diosa Artemisa, quien se mostró amable y cariñosa, pero al ser una guerrera de las fuerzas de Ares ni tenía tiempo para mí.
A los pocos días de que ellos se fueran los ideales que perseguía el dios de la guerra y por los cuales nos hacían marchar sin piedad me empezaron a parecer bastos.
Supe que ya no podía seguir luchando a su lado al enterarme que todo lo que le está pasando a Hela era su culpa. Para mi propia sorpresa no me costó mucho decidirme.
Por primera vez iba a ir en contra de lo que estaba bien e iba a ir en busca de lo que me hacía feliz, quien me hacía feliz en realidad.
Rae
No tenía ni idea de cómo lo lograría, pero iría al inframundo por el dios que amo y me quedaría a su lado si me aceptaba.
Ya lo perdí una vez y estaba completamente segura de luchar para no perderlo nuevamente, no después de todo lo que tuvimos que pasar para estar juntos.
Llegar al inframundo no fue difícil ya que recordé la expedición a la cueva con el rescate de Liv, lo que fue difícil en realidad fue encontrar la entrada.
Le di vueltas al lugar por horas hasta que un ser se presentó ante mí.
—¿Quién eres y que buscas? – su voz era gruesa y su mirada impartía terror.
—A Rae – intente que no me temblara la voz, no me iba a dejar intimidar. —Hijo de Eros.
—¡No te muevas de este sitio! – me ordeno antes de ser consumido por las llamas, no se cuánto paso hasta que volvió y tomo lugar a un lado.
Me quede esperando que digiera algo, pero entonces volví a escuchar la voz de la persona a la que amaba.
Rae
Dejé de entrenar a los soldados y prácticamente corrí cuando Anubis me llamo diciendo que una diosa me buscaba en la entrada, aunque no me la describió mucho supe que era ella.
Mi hermosa Hana.
La detalle por unos segundos antes de acercarme, hacía semanas que no la veía, estaba deslumbrante como siempre, se paraba firme con el arco en su espalda, no puede evitar compararla con quien estaba a su lado, era tan pequeña a comparación con el heraldo de la muerte.
—¿Qué haces aquí Hana? – hable a lo lejos captando su atención. Sus ojos se conectaron con los míos mandándome una corriente eléctrica a todo el cuerpo.
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Zagreo
FantasíaLa guerra dejo solo caos y destrucción. Los años habían pasado y la hija del arcángel seguía desaparecida mientras que el dios del Inframundo movía cielo y tierra para encontrar a su amada. La luna roja marco un ante y un después, una profecía, amor...