Capítulo 89: "Voy a hacerlo"

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En medio de estas divagaciones, el avión comenzó a alejarse por la pista, emprendiendo el vuelo justo al final de ella, alejándose cada vez más de aquellas personas que luchaban por retener las lágrimas tras aquella agridulce despedida...



"Pensar... que estamos a tan solo un par de horas de iniciar nuestra nueva vida" – murmuró Ino, estirándose en su asiento tras haber secado sus lágrimas con un pañuelo.

"Nuestra nueva vida comenzó desde el momento en que dijiste "acepto", querida esposa" – le sonrió, extendiendo la mano para acariciarle el muslo.

"Tienes razón" – rio, posicionando su mano sobre la del pelinegro – "Discúlpame por eso"

"Disculpas aceptadas"

Tras regalarse una mutua sonrisa, guardaron silencio para prestar atención a las instrucciones e información importante de seguridad que la azafata brindaba por altavoz. Lo que llamó más la atención de la rubia, fueron las indicaciones sobre la ubicación de antifaces para dormir, los cuales encontró exitosamente y sin mayor esfuerzo. Tras sacarle la lengua a su esposo, procedió rápidamente a acomodárselos sobre el rostro, dispuesta a obtener las horas de sueño que había perdido durante la noche.

Sin embargo, y un poco antes de caer rendida a los brazos de Morfeo, su somnolencia se vio interrumpida por el tacto de una tibia mano sobre la suya, y acto seguido, el suave peso de una cabeza y cuerpo recargados sobre su hombro. Sonrió, Sai se había acomodado junto a ella, para acompañarla en su sueño.

"Ino... ¿Estás despierta?" – murmuró cerca de su oído.

"Mmh" – asintió apenas.

"Apenas lleguemos a Francia... Buscaré un trabajo. Tengo un par de ahorros guardados, sin embargo... No es suficiente"

"¿Suficiente para qué? Cariño, ¿qué hay de tus estudios?" – interrogó, ya un poco más despierta ante el planteamiento del chico.

"No planeo que nos quedemos con mi familia por mucho tiempo... Quiero construir un lugar para nosotros dos, un lugar en donde podamos estar únicamente los dos" – balbuceó, cada vez más despacio.

La rubia se incorporó levemente y se retiró el antifaz de los ojos, alzándolo para poder observar los oscuros ojos de su amor.

"Sai, no quiero que desplaces tus estudios por empezar a trabajar" – le dio una mirada cargada de reproche – "yo también traigo mis ahorros conmigo, puedo trabajar mientras tú estudias, podemos coordinar algo... Ni siquiera hemos llegado allá, te estás preocupando demasiado"

Tras finalizar la frase, le tomó las manos y las acunó en las suyas, cambiando su semblante de reproche a uno de infinito amor y comprensión. Sai sintió una pequeña puntada en el pecho. Se sintió egoísta por haber resuelto todo aquello sin antes haberlo consultado con su esposa, y ahora incluso ella estaba planteándose la idea de trabajar en lugar de él. Menudo problema.

Suspiró y cerró los ojos por unos instantes.

"Ino... Lamentablemente por ahora, no soy más que un estudiante recién egresado. Con muchos sueños por cumplir, sí, pero el más importante de ellos está sentado junto a mí... Y por este sueño, soy capaz de entregarlo todo" – esta vez, fue él quien se aferró a sus manos – "Quiero ser capaz de darte todo lo que mereces; el cielo, la luna, las estrellas y mucho más, no puedo pretender pensar sólo en mí cuando somos un "Tú y yo""

En ese momento, de los cristalizados ojos celestes de la chica se deslizó una lágrima.

"Sai..." – quería responderle, quería darle las gracias, entregarle apoyo y decirle lo feliz que aquellas palabras le hacían sentir.

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora