Capítulo 43: "¡Bakaruto!"

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"¿Quién es el bastardo?" – espetó de pronto, molesto el rubio. 

"Lo tienes frente a ti" – concluyó el ojiperla. 

El silencio reinó por unos segundos. 

"¿Qué?" – dijeron al unísono los jóvenes amantes. 

"Es tal cual lo oyes, Hinata-sama, a modo de unificar las ramas de nuestra familia, seremos comprometidos en matrimonio y de nuestra unión deberá nacer el primer heredero de ambas ramas de la prestigiosa familia Hyuga, el único que tendrá poder absoluto...por supuesto, para acompañarlo a él podremos tener tantos hijos como lo desees" – concluyó el castaño con una sonrisa de ironía que disimulaba su felicidad. 

"¡¡¡¡No lo permitiré!!!!" – gritó el rubio empuñando su mano y dirigiéndola directamente al rostro del Hyuga, quien como reflejo impuso su mano antes de que el puño tocara su rostro. 

"Ríndete, es imposible evitarlo...afortunadamente para ti, seré comprensivo, no voy a prohibir la relación que acaban de iniciar, pues será breve... disfruten de su tiempo, nos veremos en el altar, querida prima" – finalizó para dar la media vuelta y marcharse. 

La pequeña castaña dio una última mirada, algo afligida, y luego la bajó para de igual modo marcharse. 

La peliazul, desde el momento en que escuchó que debía casarse con su primo se mantuvo en silencio, casi en estado de shock, inmóvil. 

Apenas el castaño y su compañera se marcharon, el rubio relajó su puño, volteando por fin la mirada a su compañera que se mantenía en aquel estado. Al comprender que la noticia le afectaba más a ella que a él, se interpuso entre su mirada al vació y sus ojos perlados e intentó hablarle, pero la chica parecía no oír nada de lo que él dijese. 

Una leve sacudida de hombros por parte del rubio hizo falta para poder hacer reaccionar a la chica, quien volvió en sí, recuperando su mirada perdida para encontrar los ojos azules de su amado. 

"¿Quieres hablarlo?" – preguntó él, manteniendo sus manos en los hombros de ella. 

"Aquí no...no puedo..." – murmuró. 

Entonces el joven comprendió, le tomó la mano y avanzó con ella entre el mar de gente que se les acercaba para felicitarlos y celebrar con ellos la abertura del club de Música. 

Lograron abrirse paso entre los alumnos y llegaron a su destino, pasando desapercibidos. 

El chico entonces abrió la puerta de la antigua sala de música e hizo pasar a la peliazul, para cerrar la puerta tras ella. 

"¿Estás más cómoda aquí?" – preguntó, rompiendo el silencio. 

"Sí..." – respondió ella, un poco más calmada. 

"Asumo...que no sabías nada de esto...disculpa que sea tan olvidadizo pero... ¿Cuánto falta para tu cumpleaños?" – preguntó él, iniciando el tema. 

"Faltan tres meses y medio, más o menos..." – afirmó ella, con la voz baja. "Mmm... tres meses y medio...si estamos a finales de agosto... ¿Tú cumpleaños es en Diciembre?" – preguntó nuevamente. 

"27 de Diciembre... ¿y el tuyo?" – preguntó ella intentando distraer su mente un rato. "El 10 de Octubre" – respondió el rubio. 

Entonces la chica que tenía su mente en las nubes aterrizó de golpe. 

"¿Eh? ¡Pero si falta poco más de un mes! Me siento tonta... debía de saberlo... ¿qué habría hecho si no supiera y hubiese pasado como un día cualquiera?" – se repetía. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora