"¡¡¡HINATA, DONDE QUIERA QUE ESTÉS, VEN AQUÍ AHORA!!!" – gritó el mayor de los dos hombres, con tono autoritario e ignorando por completo a los moradores del hogar.
La chica tembló y se llevó las manos al pecho. Conocía perfectamente bien aquella voz.
"¡Hiashi! ¿Qué hacen ustedes aquí y a esta hora?" – exclamó enojado el rubio que les había abierto la puerta.
"Eso no te incumbe, ¡necesito a mi hija aquí ahora! ¿Hinata acaso no me oíste? VEN AQUÍ YA" – insistió.
De manera casi mecánica y con las piernas temblorosas, la chica dio un paso que fue detenido por su novio.
"¡Ustedes no tienen ningún respeto, salgan de nuestra casa ahora!" – les gritó una pelirroja.
"Señora Uzumaki, será mejor que no se entrometa en los asuntos familiares de otras personas" – le sugirió en tono educado pero autoritario un castaño más joven.
"N-Neji-niisan...Padre..." – murmuraba muy despacio la ojiperla.
Estaban a punto de hacer un escándalo aún mayor, cuando la peliazul, ignorando al rubio que la sujetaba, salió de su escondite para encontrarse con aquel par.
"Qué bueno que utilizaste la razón y decidiste salir por las buenas, no queríamos tomarnos muchas molestias..." – exclamó el joven castaño.
La chica se mantenía de pie frente a ellos, cabizbaja, cuando el castaño más anciano se acercó a ella y la agarró del brazo violentamente.
"¡Nos vamos!" – le gritó, pero al instante, otra mano sujetó la suya, haciendo que se detuviera.
"Se arrepentirá si le hace daño..." – amenazó el joven rubio, que le sujetaba la mano con fuerza mientras el castaño sostenía a la peliazul.
Antes de que pudieran decir algo, el ojiperla que se había dirigido a la madre del rubio, habló nuevamente.
"A ver, a ver, por favor, no entremos en complicaciones... ¿Saben qué es lo que sucedería si llamásemos a la policía en este mismo instante?" – preguntó a todos.
"¡Claro que sí! ¡Los acusaríamos por entrar en nuestro hogar a altas horas de la noche y sin autorización!" – exclamó una pelirroja furiosa, siendo vanamente calmada por su esposo.
"Sí, es cierto, pueden decir eso...sin embargo, nosotros diríamos que lo hicimos para rescatar a nuestra adorada familia... ¿saben lo grave que puede llegar a ser el secuestro de una menor de edad?" –finalizó amenazante.
Todos se quedaron en silencio. El castaño soltó a la peliazul, y así el rubio lo soltó a él.
No había nada con que pudieran contradecirles, ellos tenían razón. Y aunque explicaran que Hinata estaba allí por su propia voluntad, ella seguía teniendo 17 años, por ende, una menor de edad, cuya opinión no sería oída en los tribunales.
El rubio empuñó su mano con fuerza.
"Hinata, nos vamos ahora" – exclamó el mayor, volteando para darle la espalda.
"¡¡¡No puede llevársela así como así!!!" – gritó el rubio tratando de retener a su novia.
"Oh sí...podemos, y no sólo eso, lo haremos" – exclamó el castaño más joven.
Estuvo a punto de lanzarle un golpe, pero la chica puso su mano en el pecho de él para calmarlo.
"Tranquilo Naruto-kun...yo...y-yo estaré bien...iré con ellos ahora...ya les he causado demasiados problemas..." – le dijo tratando de disculparse.
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NaruHina "La melodía de nuestro amor"
FanfictionNaruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo. Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento. Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...