Capítulo 66: "PULSO DETENIDO"

247 21 5
                                    

"Sasuke-kun...y-yo..." – balbuceó, y se detuvo cuando sintió una enorme mano, cálida y masculina, oprimiendo la suya. 

"Lo que voy a contarte...Sólo lo sabe mi hermano y yo..." – le dijo, rogando con la mirada que por favor, guardara el secreto. 

Aquello debía ser importante.

"Cuando era un niño, yo me sentía opacado por mi hermano, en muchos sentidos... Así que comencé a comportarme como un idiota para llamar la atención de mis padres... Sí, la traición de Kohana influyó demasiado en mi trato con las mujeres, pero sobre eso estaba mi deseo de alcanzar a mi hermano...No, más que eso...superarlo. Poco tiempo después de tu confesión, de que Ino se fuera lejos, y de que yo actuara como un idiota... Mis padres tuvieron un accidente de tráfico, uno bastante grave... Cuando llegué al hospital, me dijeron que hiciera ingreso a la sala rápido, porque mi padre me llamaba, me llamaba a mí... Y exigía que me dejaran entrar... Así que lo hice...yo aún era un niño... Abrí la puerta y lo vi...la enfermera me dijo que estaba estable, que debían realizarle unas cirugías de urgencia, pues tenía una fractura expuesta en el fémur, y las costillas igualmente rotas, a centímetros de perforar sus pulmones... Me dijeron que debían estarlo operando ya, pero que él, consciente aún, no había querido entrar al quirófano sin verme antes...así que me pidió que fuera breve..." – tragó saliva angustiado, el recuerdo de la imagen de su padre lo atormentaba hasta hoy – "Estaba acostado de espaldas, con la camilla levemente reclinada hacia adelante... no podían acostarlo por completo debido a la fractura...Por encima de la sábana podía ver una protuberancia en su muslo, el fémur expuesto...Yo cerré los ojos y caminé hasta él... Cuando los abrí él lloraba... Recuerdo que me dijo; "Sasuke...mi pequeño... Qué bueno que llegaste a tiempo...escucha, no me lo han dicho, pero yo... sé que no sobreviviré a esta visita al quirófano...quizás ese sea el único motivo por el cuál he logrado mantenerme consciente de mí mismo, a pesar del dolor... Escúchame... el motivo por el que te llamé a ti, y no a Itachi, es porque sé que tú puedes cumplir con esto... Si no sobrevivo...quiero que cuides de tu madre, que la hagas feliz, no le des problemas... Necesito que me prometas que la vas a cuidar... Te lo pido a ti, porque sé que tu corazón es más blando que el de tu hermano...que eres un niño más dulce... Itachi no es mal chico... pero es duro... Sólo puedo contar contigo...si no lo haces... yo... no me puedo ir en paz..." cuando terminó de decirme eso, yo estaba a punto de llorar, pero las máquinas comenzaron a hacer ruidos extraños... vino la enfermera rápidamente, gritó que mi papá estaba sufriendo un paro cardíaco, que debían llevarlo a quirófano urgente para reanimarlo y poder operarlo, y comenzaron a alejarlo de mí... Mientras se lo llevaban, podía ver su rostro, llorando, gritándome "Prométemelo, Sasuke... ¡Prométemelo! Y yo, gritándole que sí, que lo haría, pero que por favor no se rindiera... Lograron reanimarlo la primera vez, ¿sabes? Él... era un hombre duro...Lo ingresaron para operarlo, pero había perdido mucha sangre, él no resistió, y en plena operación sufrió un segundo paro, del cual no volvió... Perdí a mi padre ese día...y con él, todos mis recuerdos... Para mí, es como si mi vida apenas hubiese empezado ese día...Dejé de tener amigos, si las chicas no me importaban, ahora ni siquiera las tenía en consideración... Mi único objetivo era cumplir la promesa de papá... Lo que sea que haya sucedido antes de ese momento de mi vida, es borroso... en ocasiones recuerdo cosas, pero si no es con algún apoyo visual o verbal...la verdad, no logro recordarlo..." – finalizó con la garganta destrozada, oprimida y seca. 

La ojiverde estaba sorprendida, a medida que el pelinegro le transmitía aquel doloroso recuerdo, había ido apretando su mano cada vez con más fuerza, pero luego, había dejado de apretar, había soltado su agarre y su mano había comenzado a tiritar. 

Sin soltársela, volteó la palma y entrelazó sus dedos con los masculinos. Tenía miedo de que el contacto fuese rechazado, pero sentía tanta tristeza por él, que las palabras habían muerto en su garganta. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora