Capítulo 28: "Yo cuidaré de ti"

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"Yo estoy dispuesta a todo por ti, a todo para quedarme a tu lado, si así lo quieres, incluso, si me lo pidieras... yo podría ser tu juguete...úsame como te plazca..." – terminó, dejando por primera vez perplejo al ojinegro. 

"No entiendo lo que pretendes" – dijo, quitando bruscamente su mano del pecho de la chica – "Pero si no vas a ayudarme, solo me retrasarás". 

"No seré ningún retraso, ¡estoy aquí para ayudarte! Además, el que haya dicho que "podría ser tu juguete" es solo una frase... ahora, si tú quieres tomarlo literal..." – murmuró, acariciando con sus dedos el pecho del joven. 

"De ninguna manera, te diré esto sólo una vez, pues es algo embarazoso repetírtelo siempre, pero nunca te olvides de estas palabras; YO AMO A HINATA, Y SÓLO TENGO OJOS PARA ELLA" – concluyó, deteniendo de sopetón la mano de la chica. La pelirrosa entonces comenzó a sonreír. 

"Ya veremos" – murmuró, inaudiblemente.

La luna terminó por marcharse, llevándose sus estrellas y su oscuro manto, dando paso al amanecer y a un radiante sol que estaba dispuesto a intentar embellecer el mal día que a muchos esperaba.

"¿Uh? ¿Ya...ya es de día?" – murmuró una rubia, abriendo un ojo para espiar los rayos de sol que se filtraban por la ventana. 

Se incorporó poco a poco, sintiendo pesado su cuerpo; durmió toda la noche sobre la cama y como consecuencia estaba algo resfriada y débil. Lentamente se levantó y buscó su uniforme, más que mal, era otro día más de colegio y también el primer día de ensayo con la banda.

Con un temple de ánimo completamente distinto, lejos de allí un rubio despertaba admirando una hermosa escena; la peliazul, completamente dormida en su pecho seguía soñando dulcemente con un rostro levemente sonriente. Se sonrojó un poco y se quedó largo rato observándola, hasta que finalmente despertó. 

"Mmm... ¿Qué...qué hora es? ¡Ah! ¡Na-Naruto-kun!" – exclamó una vez se dio cuenta que dormía sobre el chico. 

Iba a comenzar a incorporarse rápidamente pero los brazos del ojiazul la detuvieron, apretándola suavemente contra sí. 

"Es una hermosa manera de despertar..." – le murmuró el chico al oído, haciéndola sonrojar. 

Le besó la frente y la liberó del cálido abrazo. Se levantaron muy alegres, desayunaron juntos, conversaron, rieron y acordaron pedir a Ino que fotocopiase el anuncio que habían diseñado. 

Ninguno de los dos tuvo intenciones de revisar el móvil, por ende, aún no estaban al tanto de la polémica fotografía de la que todo el mundo hablaba. 

Caminaron juntos en dirección al colegio, mientras una castaña ojiperla los celaba a la distancia, acción que fue finalizada por un chico de similares características. 

"Mantén la calma, Hanabi, ya casi, todo está preparado..." – comentó en voz baja, haciéndole un ademán para que caminaran al colegio. 

Apenas cruzaron el umbral de la entrada, un verdadero oleaje de chicas se dejó caer sobre Hinata, empujando a un lado con una increíble fuerza al rubio que la acompañaba. 

"¡Hey Hyuga! ¿Podrías decirnos qué es esto?" – "Sí, sí, ¡explícanos!" – "¿Cómo permites que esto suceda?" – "¡Sasuke-kun sería más accesible con nosotras si fueras TÚ su novia!" – "¿Qué planeas hacer al respecto?" – las voces, las preguntas y las acusaciones de diversas chicas agobiaban a la peliazul. 

"¿Eh? P-pero... ¿de qué me están hablando?" – exclamó casi desesperada la ojiperla. 

Su frase enmudeció a todas las chicas. No podían creer que no lo supiera, y casi como un acto reflejo, todas levantaron sus celulares enseñándole la famosa fotografía a Hinata. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora