Comenzaron entonces, a tocar la misma melodía, ambos, ignorando que alguien estaba llamando a la puerta...
"Ugh...esta será la última vez que vengo a meterme aquí..." – dijo la castaña, volviendo a golpear de mala gana. Hinata escuchó el último golpe de la puerta debido a que habían terminado la canción y se estremeció. El rubio lo notó y entonces preguntó qué sucedía.
"Hay alguien en la puerta...debo ir a ver...voy a subir, por favor, sal tras de mí y cierra la puerta del piso, pon sobre la puerta la alfombra y la pequeña mesa que dejé sobre mi cama y espera en mi habitación hasta que vuelva, ¿de acuerdo?" – pidió la peliazul, en tono asustado.
El chico asintió con la cabeza y ella se aproximó a la escalera. "Um...este...como decirlo... ¡Naruto-kun, no mires hacia arriba hasta que yo te lo indique!" – pidió ella, desviándole la mirada.
Al principio el ojiazul no lo comprendió, así que solo se limitó a ver como Hinata subía la escalera de la muralla.
Cuando iba por la mitad, el rubio quiso imitarla y comenzó a subir también, quiso comprobar si su compañera había llegado arriba y alzó la mirada.
La sangre se le agolpó en la cabeza casi escapando por su nariz y sus mejillas se sonrojaron, por poco se desprende de la escalera y se va de espaldas; Hinata aún no subía por lo que contempló nuevamente aquella perfecta vista adornada por el color celeste de su ropa interior.
Cuando logró reaccionar Hinata ya había llegado arriba y le hacía señas para que se apresurara. Así lo hizo y una vez arriba Hinata salió de la habitación, entonces el rubio se dedicó a hacer todo lo que ella le había pedido y luego se quedó tras la puerta, escuchando.
Hinata abrió la puerta y se encontró con su hermana menor. Esta, sin pedir permiso alguno entró y tomó asiento en el sofá.
"¿Por qué demonios tardaste tanto en abrirme la puerta? Sabes que odio esperar del mismo modo que odio venir aquí..." – dijo la castaña.
El rubio se limitaba a oír la conversación tras la puerta. "Lo...lo siento Hanabi-chan, no había escuchado... ¿Q-qué se te ofrece?" – preguntó Hinata.
"Resulta que necesito llevar un pastel para mi clase mañana, y estoy aburrida de lo que cocinan las sirvientas en casa, por eso vine a pedírtelo a ti" – mencionó la chica, acomodándose en el sofá.
A la peliazul le extrañó aquella petición de parte de su hermana. "Un pastel?" – preguntó, aún confundida. "¿Tanto te cuesta comprender? Necesito un pastel para mañana, si no puedo pedírselo a las sirvientas, te lo pido a ti, es lo mismo ¿no? Tú o una sirvienta..." – comentó ella, mirándola fijamente.
Hinata desvió la mirada, pero esta se cruzó con la puerta de su habitación y recordó que Naruto estaba allí, escuchándola, debía demostrarle que no era tan débil como pensaba. Se armó de valor, y respondió a la mirada de su hermana.
"Hanabi-chan, no me tomes por una sirvienta, soy tu hermana mayor te guste o no, si me lo pides por favor, lo haré con gusto, pero no me lo des como una orden..." – dijo finalmente la ojiperla sin dejar de mirar los igualmente perlados ojos de su hermana.
La castaña enfureció, se puso de pie y antes de que Hinata pudiese adivinar sus movimientos, Hanabi le abofeteó fuertemente. "¡No vuelvas a decir que eres hermana mía! ¡¡¡NO SOMOS HERMANAS, NO SOMOS NADA!!! ¿¿¿COMPRENDES??? Yo no tengo nada que ver contigo...Yo...¡¡¡¡¡¡¡¡Yo te odio!!!!!!!!" – gritó enojada la pequeña, usando toda su fuerza para empujar a Hinata contra la muralla, sujetándola por los hombros. Naturalmente, Hinata siendo mayor podía haberse defendido, pero aquella mirada de odio que su hermana menor le brindaba con tanta convicción la dejaba desconcertada.
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NaruHina "La melodía de nuestro amor"
FanfictionNaruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo. Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento. Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...