Capítulo 74: "Cuenta conmigo, siempre"

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No había logrado hacer las paces con todos aún, y sentía algo de vergüenza por llegar y entrometerse en aquel grupo donde todos eran amigos. 

"Qué diablos, ven conmigo" – se quejó, y acto seguido, le tomó la mano y le dio un jalón, obligándola a seguirlo. 

Ella lo observó sorprendida, sonrojada, algo avergonzada, pero sin quejarse, lo siguió.

Llegaron junto al grupo, y al cruzarse los perlados ojos de la chica, con las profundidades de los ojos del Uchiha, ambos se abrazaron, como los amigos que eran ahora, mientras Sasuke lamentaba la pérdida de la peliazul. 

"Lamento mucho tu pérdida, Hinata..." – le murmuró con sutileza mientras la estrechaba entre sus brazos. 

Durante los minutos que duraba ese abrazo, la ojiverde se había sentido especialmente incómoda. 

"¿Será que aún la ama?" – se preguntaba. 

"¡Dioses, Sakura! Qué celosa eres" – se recriminó al instante después de haberlo pensado. 

Trataba de ocultar sus hinchados párpados manteniendo una mirada baja, para evitar todo contacto visual con el resto de los miembros del grupo. No podía cruzar miradas con ninguno, se sentía fuera de lugar. 

"Hey... ¿estás bien?" – preguntó despacio una rubia, acercándose sutilmente a ella. 

Sorprendida por la pregunta, levantó el rostro levemente y la observó, para luego asentir en silencio. 

Al mirarla, la ojiceleste notó lo demacrado de su rostro, y supo que mentía. Pero, ¿cómo acercarse a ella? No estaban en muy "buenos términos" que digamos. 

El abrazo entre los chicos se deshizo, y en seguida un silencio se apoderó del grupo. 

"Gracias por estar todos aquí" – rompió el silencio la ojiperla, tomando la mano del rubio, y sorpresivamente, también la de la pelirosa. 

Observaron un poco extrañados, pero no quisieron preguntar, ya tendrían ocasión más tarde. 

La chica se encontraba sorprendida ante el gesto de la peliazul. Se soltaron de las manos al instante en que llegaron un par de sirvientes de la casa Hyuga, invitando a los jóvenes a pasar al salón y tomar asiento. 

El peliblanco y la pelirroja fueron los primeros en ser guiados al salón, seguidos de la rubia y el pelinegro. 

"Uhm... Hinata, necesito refrescarme... ¿Podrías indicarme dónde está el baño?" – pidió en voz baja la pelirosa, a lo que la chica sonrió. 

"Sasuke-kun, ¿podrías acompañarla? Ya sabes donde se encuentran los baños, yo debo entrar al salón ahora... ¿Puedes?" – preguntó. 

Él volteó a ver a su amiga pelinegra para pedirle que le acompañara también, pero cuando la vio, ella ya estaba en el umbral de la puerta, y sólo le dio una breve mirada antes de entrar. 

Suspiró. 

"Claro, no hay problema" – afirmó. 

La pareja se retiró e hizo ingreso al salón, mientras, a mitad del patio, se quedaban estáticos un pelinegro y una pelirosa. 

Ella temblaba, se había dicho que no estaba preparada para enfrentarlo, y ahora quedaba a solas con él. 

"Hey... es por acá, ¿vienes?" – rompió el silencio el chico, pues sentía que dejar correr los minutos sin decir ni media palabra estaba volviendo el ambiente un poco incómodo. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora