Capítulo 3: "La mirada"

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La miró a los ojos y le dijo:

"Hinata Hyuga, quiero pedirte que seas mi amiga... ¿Estás de acuerdo?" – preguntó sonriente.

La chica dudaba y estaba sonrojada...

"T-Tú... ¿En verdad quieres ser mi amigo?" – preguntó ella.

"Yo te estoy preguntando si tú quieres ser mi amiga" – respondió el rubio con una sonrisa.

La chica se sonrojó y asintió con la cabeza.

Al instante el rubio le dio un fuerte abrazo que la dejó consternada.

"Bueno Hinata-chan, desde hoy somos amigos, dime, ¿puedo acompañarte a tu casa?" – preguntó.

"¿Eh? C-claro..." murmuró la chica, aún intentando comprender la situación. 

"Oye pero...si mal no lo recuerdo, a esta hora el colegio ya está cerrado... ¿Por dónde vamos a salir?" – preguntó el rubio y la chica reaccionó.

"¡Ah! Eso, sígueme" – dijo ella, tomándole la mano.

El rubio se sonrojó, y la siguió asintiendo en silencio. 

La chica lo llevó hasta la ventana del fondo del salón, la abrió y observó hacia todos lados con cautela, y luego saltó hacia afuera.

Una vez los dos de pie fuera de la sala de música, el rubio se dio cuenta que estaban en el antiguo patio, que daba a la ventana del salón de maestros.

Con gran rapidez corrieron hasta los arbustos cercanos a la reja y se agacharon para no ser descubiertos. 

"Quédate callado, hice un agujero en la reja y los arbustos lo cubren, por eso no lo han notado los maestros... Ahora, escucha con atención; al otro lado de esta reja esta el estacionamiento de los maestros, desde allí podremos llegar a la calle, pero hay que ser discretos. ¿Entendiste?" – le murmuró despacio, muy cerca, nuevamente ignorando el espacio personal.

Él asintió con la cabeza, sonrojado.

"Yo pasaré primero, por favor, baja la mirada y ¡No la subas por nada! ¿Entendido?" – preguntó ella y él volvió a asentir.

Pero, ¿Para qué quería que bajara la mirada? No lo entendía. 

El agujero en la reja estaba bajo, a ras del suelo para poder ser cubierto por los arbustos. Hinata debía pasar por ahí gateando, por lo que si Naruto levantaba la vista vería inevitablemente su ropa interior.

Él aún no había captado ese pequeño detalle, y sin más, levantó la mirada para comprobar si su compañera había pasado ya al otro lado.

La sangre de inmediato se le subió a la cabeza y escapó levemente por su nariz. Se contuvo lo más que pudo.

Era hermosa la escena, y su ropa interior color violeta con puntitos blancos no dejaba de embellecer la vista, hacía que sus torneados y suaves muslos lucieran un aire inocente y dulce.

En ese momento la joven pasó y volteó para levantar un poco más la reja, a fin de que Naruto pudiera pasar.

Estaba como un zombie, intentaba olvidar, o por lo menos disimular lo que había visto, pero su rostro estaba en llamas.

A pesar de que ella preguntó qué le sucedía, él no respondía. 

Atravesó la reja de manera automatizada e inconsciente, y llegó al otro lado.

Ambos estaban poniéndose de pie, cuando sin previo aviso, fueron sorprendidos.

"Vaya, vaya, ¿mi vista me falla o acaso no es Hinata Hyuga, y un chico de la clase C?" – preguntó una vocecilla acusadora.

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora