Capítulo 27: "Tu juguete"

318 39 4
                                    



"Eres perfecta, Hinata" – le dijo, besándola por fin, mientras ambos corazones latían al unísono, con la misma velocidad e intensidad, latidos que ambos escuchaban. 

Terminaron de besarse y se miraron a los ojos, el rubio podía afirmar con certeza lo que sentía por ella, estaba seguro, y al ver su mirada reflejada en esos perlados ojos sentía que también se reflejaban sus sentimientos. Sin embargo, quería esperar el momento adecuado, y entonces, hacerlo perfecto. Se miraron a los ojos, pero breves momentos después algo pareció perturbar la mirada de la chica y se volteó rápidamente, alejándose un poco. 

"¿Qué sucede Hina-chan?" – preguntó a la chica, algo preocupado. 

"Sabes... sé que todo esto es obra mía, fue mi idea, pero... aun así yo...tengo miedo..." – respondió, cabizbaja. 

"¿Miedo? ¿De qué vas a tener miedo? Tocas el bajo de maravilla, y ni hablar de tu voz... ¡Ohh Hinata deberías saber que tu voz es maravillosa!" – intentó darle ánimos, pero ella solo miraba hacia abajo. 

"Siento que no podré con esto..." – murmuró y le dio la espalda, observando el horizonte por la ventana y cómo el sol descendía poco a poco. 

Se quedó en silencio, la imagen del semi perfil de la chica que él podía ver lo tenía sin palabras. Se veía hermosa, pero la tristeza de su rostro no dejaba ver la totalidad de su belleza. Se acercó a ella despacio y la sujetó por los hombros. Quería reconfortarla, hacerla sentir mejor. Entonces, recordó el método más rápido para la risa fácil. 

"¿Sabes qué? Si no cambias ese rostro tan triste que tienes, un monstruo vendrá por ti..." – sentenció, a modo de amenaza. 

"Los monstruos no existen Naruto-kun" – respondió con una leve sonrisa, pensando que aquello intentaba ser una broma. 

"Ah, pero es que este monstruo sí existe...y ya que no cambiaste tu rostro te voy a presentar al... ¡MONSTRUO DE LAS COSQUILLAS!" - gritó y entonces deslizó sus manos hasta su cintura y comenzó a hacerle cosquillas, haciendo que a la chica se le escaparan pequeñas risitas poco a poco incontroladas. 

"¡ha ha ha basta Naruto-kun! ¡Por favor no sigas! ¡T-Ten cuidado con tu m-muñeca!" – logró decirle, entre risas. 

"Nunca lograrás escapar de mí" – le dijo mientras seguía aplicándole las coquillas. 

En un intento por huir, la peliazul logró zafarse de los brazos del rubio y corrió hacia su habitación, al voltearse para intentar cerrar la puerta ya era demasiado tarde, tenía al ojiazul sobre ella. 

La alzó en sus brazos y la dejó caer con sutileza en la cama, se sentó al borde de la cama con su torso levemente sobre ella y la miró a los ojos. 

"Te ves hermosa cuando sonríes...por favor no dejes de hacerlo" – le dijo, con un tono profundo y una voz intensa. 

"N-no lo haré...Naruto-kun" – respondió, sonrojada por el tono y la cercanía del rubio. 

Éste sonrió y sin dejar de mirarla, exclamó: 

"Aun así no es suficiente... ¡el monstruo de las cosquillas ataca otra vez!" – y comenzó nuevamente a hacerle cosquillas. 

La chica comenzó a reír, y en cierto momento en que estuvo cerca de los labios del rubio, ella tomó la iniciativa y lo besó. Sorprendido por la ojiperla, detuvo las cosquillas y solo atinó a cerrar los ojos. 

"Por favor, quédate conmigo siempre..." – murmuró ella luego del beso, escondiéndose en el pecho del rubio. 

"Así será" – respondió éste, abrazándola. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora