Capítulo 67: "Nunca"

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"Pues verás...Su padre..." – había comenzado a decir, pero fue interrumpido por un grito. 

"¿Familiares del señor Hyuga? Tenemos noticias" – anunció la doctora, poniendo en alerta a las hermanas, al rubio, y a la pelirroja tras el teléfono. 

"¡Nosotras! Somos sus hijas... ¿Qué ha sucedido? ¿Está bien?" – preguntó preocupada la peliazul, mientras abrazaba a la castaña. 

"El señor Hyuga está estable, logramos reanimarlo y ahora está descansado, en observaciones, sin embargo, le realizamos una serie de exámenes médicos, y los resultados no arrojan nada bueno... Antes de entregar los resultados, ¿El infarto ocurrió de manera natural, o sufrió algún tipo de emoción fuerte que lo llevara a esto?" – interrogó la doctora, dirigiendo esta vez la mirada al rubio. 

"Él presenció una escena fuerte... M-mi primo... trató de abusar de mí, y él lo detuvo" – interrumpió la ojiperla, pues la doctora observaba a Naruto como si creyera que era su culpa. 

"Ya veo... a propósito de eso, ¿los golpes que tienes, los provocó tu primo?" – preguntó refiriéndose a la chica. 

Ella sintió en silencio. 

"Luego vendrás conmigo, evaluaré tus heridas y te daré un informe médico...Este lo vas a presentar en la estación de policía, y constatarás las lesiones dejadas por tu primo, en caso de futuros problemas... Ahora, respecto al paciente, les voy a mostrar los resultados..." – comentó, levantando un par de hojas de sus informes, hasta dar con el del hombre. 

"Aquí... Él es un hombre mayor, sin duda este tipo de problemas son considerados "normales" pero... Tras las evaluaciones, hemos notado que su corazón lleva días presentando fallas, que desencadenaron en este infarto, durante esos días, y por lo que podemos apreciar, su corazón ha estado latiendo a baja frecuencia, débil, y el infarto lo ha debilitado aún más... Si él llegara a sufrir otro como ese..." – se detuvo, no estaba segura si entregar tanta información a una familia que, según veía había atravesado por muchas emociones fuertes en una noche, sería algo bueno. 

"Por favor, necesitamos saber a qué nos vamos a enfrentar" – pidió la castaña, sorprendiendo a la profesional. 

"De acuerdo... Su corazón y arterias están muy dañadas, si él llegara a sufrir un segundo infarto... Me temo que no sobreviviría..." – finalizó, lo más tranquila que podía estar dando esa noticia. 

El rubio depositó sus manos en los hombros de ambas chicas, y ellas suspiraron. 

"Lo entendemos... ¿Sería posible que lo viéramos ahora?" – preguntó la ojiperla, aferrándose a su hermana mayor. 

"Quizás más tarde...él debe estar agotado, sería bueno que descansara...Yo los llamaré cuando puedan hacer ingreso, pero será uno a la vez" – comentó la doctora. 

Ellos asintieron y tomaron asiento. 

"¿Hijo?" – preguntó la mujer al teléfono. 

"Ah sí, mamá, ¿has oído todo?" – preguntó el chico, recordando que jamás le colgó la llamada. 

"Sí, lo oímos, vamos saliendo para allá, te llevaré ropa abrigada y a Hinata también, supongo que pasarán ahí la noche..." – comentó la pelirroja, mientras le hacía señas a su esposo para que empacara en un bolso la ropa necesaria. 

"Gracias mamá" – le dijo, y colgó.


Suspiró profundo, el pelinegro se había marchado ya hace un rato y sus lágrimas se habían secado. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora