"Eso es todo, ¿te parece que miento ahora?" – preguntó la chica, guardando su celular y pegando su torso al cuerpo del rubio, que se mantenía inmóvil e inexpresivo.La pelirrosa aprovechó la quietud del joven para cruzar sus brazos por detrás del cuello del ojiazul, para así acercarse a su rostro.
"Tú y yo debemos vengarnos..." – murmuró acercándose a su boca.
Lejos de allí, una chica rubia no podía dejar de pensar en su nuevo "amigo", y a la vez, en el chico que tanto había amado y que ahora tanto la hacía sufrir.
"Mi corazón...se siente confuso..." – murmuraba, tirada de espaldas sobre la cama sin dejar de mirar el techo.
Estaba en eso cuando su celular vibró.
"Ino-chan, ¿estás en casa? Si es así, asómate por la ventana..." – decía un mensaje de texto de su amigo pelinegro.
"¡Oh Sai-kun! ¿Qué querrá a esta hora?" – se preguntó muy sonrojada pues estaba pensando en él breves segundos antes de leer el mensaje.
Se asomó a la ventana y vio al chico con algo escondido tras su espalda, haciéndole una seña para que bajara. La chica aprovechó que sus padres dormían y se deslizó por la escalera que conducía al patio, para salir por ahí al frente de la casa.
"¿Qué sucede Sai-kun?" – le preguntó en voz baja.
"Tu rostro me decía que seguías decaída, y no fui capaz de dormir pensando que estarías triste...toma..." – le dijo mientras extendía un paquete con una hermosa cinta roja sobre él.
"En un libro, leí que los chocolates son buenos para subir el ánimo y hacer sentir mejor, sobre todo a las mujeres..." – añadió.
La chica se sonrojó nuevamente y por unos minutos perdió la mirada en los oscuros ojos del chico.
"¿Te encuentras bien? ¿No te gustaron?" – preguntó el pelinegro que no había recibido respuesta.
"Oh... ¡me encantaron! Muchas gracias...eres muy dulce" – le dijo la rubia besando tiernamente su mejilla.
Se despidieron en silencio y la chica volvió a entrar muy deprisa en su habitación.
El joven se quedó varios minutos de pie bajo la ventana de la rubia, tocando su mejilla y sintiendo su corazón muy acelerado.
La chica se volvió a tumbar en la cama esta vez muy feliz. No sabía que ocurría con ella. Habitualmente por su personalidad, habría saltado sobre el chico como solía hacerlo de pequeña con Sasuke, pero algo tenía aquel pelinegro que la hacía cohibirse y a la vez aceleraba su corazón.
Abrió el paquete y se dio cuenta que era una caja de bombones con forma de corazón, y por primera vez desde que recibió el paquete notó que había una nota bajo la cinta.
"Ninguno de estos bombones es más dulce que tú..." – decía.
Agarró con fuerza la nota y la presionó contra su pecho, tumbándose de espaldas muy conmocionada.
"Ohh Sai-kun..." – murmuró largo rato, a la vez que cogía un bombón de la caja para saborearlo.
"Está acordado entonces... ¿estás seguro de esto? Eres muy joven aún..." – exclamó un hombre castaño, de cabello largo y ojos perlados.
"Completamente seguro, Hiashi-sama, solo tengo una petición" – respondió un joven de similares características.
"Pues habla ya, que se ha hecho tarde" – dijo el hombre.
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NaruHina "La melodía de nuestro amor"
FanfictionNaruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo. Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento. Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...