Capítulo 68: "4:46 AM"

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"No quiero que vuelvas a irte... eso no me ayudará para nada" – susurró, buscando su mano y oprimiéndola con fuerza cuando la encontró – "No te vuelvas a ir por favor" – suplicó, cerrando los ojos. 

Él sonrió. 

"Nunca" – le respondió, volviendo a besarla con ternura.

"¡Hinata! ¡Naruto!" – gritó una pelirroja, entrando por la puerta principal del hospital. 

Levantaron la vista justo al tiempo que la mujer se lanzaba sobre ellos, abrazándolos con una protección maternal. 

"Kushina-san..." – murmuró la peliazul al sentir el cálido abrazo. 

Ella notó en su rostro marcas de golpes, y también notó su labio roto. Mientras la abrazaba, le dirigió una mirada de preocupación a su hijo, el cual le devolvió una llena de frustración. 

Sí, estaba frustrado. 

Hubiese deseado partirle la cara al bruto que se atrevió a tocar a su doncella, pero debido a las circunstancias, debía contener sus ganas de asesinarlo, y tratar de ser un apoyo para la chica. 

Su madre, en base a esa mirada, comprendió que la situación era más compleja, e iba más allá de su entendimiento, así que suspiró y soltó a la peliazul para darle espacio. Entonces su mirada se detuvo en la pequeña castaña. 

"Oh... Disculpa mis modales... ¿Tú eres?" – preguntó, observándola extrañada. 

"Hanabi Hyuga...Soy la hermana menor de Hinata" – respondió, y al momento en que pronunció la palabra "hermana", la pelirroja se lanzó sobre ella para abrazarla, diciéndole lo mucho que lamentaba la situación. 

"Kushina, basta, vas a asfixiar a las niñas..." – comentaba un rubio alto, que había entrado tras ella. 

Le dio una mirada de preocupación a la ojiperla, y luego una a su hijo. 

Suspiraron. 

"Les traje un par de cosas..." – comentó la mujer, recordando su bolso y comenzando a hurgar en él. 

Para el rubio había traído una chaqueta más gruesa, y para Hinata, un chaleco tejido de lana que ella había querido regalarle en un futuro. 

"Lo siento, Hanabi-chan...No sabía que había alguien más... así que no tengo más abrigo..." – se disculpó. 

"No se preocupen, yo tengo esta chaqueta que Naruto-kun me entregó...así que Hanabi-chan puede usar el chaleco... Está un poco frío aquí y...por lo que nos dijeron... será una larga noche" – murmuró lo último con dificultad, se le hacía cada vez más complicado tratar de mantenerse calmada. 

La castaña observó a su hermana, y le tomó la mano. Iba a decir algo, pero escucharon que se abría una puerta y la doctora que habían visto antes, se ponía de pie fuera de ella. 

"¿Quién de ustedes es Hinata Hyuga?" – preguntó la mujer, observando al grupo que había aumentado. 

"Y-yo..." – musitó la peliazul, poniéndose de pie. 

"Oh... El paciente está consciente, y ha mencionado desear verla... Si se siente en condiciones, puede pasar" – comentó ella al ver que sus piernas temblaban. 

El rubio tomó su mano con fuerza, al tiempo que tocaba su hombro, y le regaló aquella cálida sonrisa que él poseía, tratando de animarla. 

"Me siento bien... Quiero ver a mi padre" – respondió, arreglándose las ropas. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora