"...Ahora soy compañera de esa cerda, pero estoy feliz de saber que por fin te conocí..." – terminó su historia con un suspiro, mientras los ojos perlados de la joven le miraban con atención.Estaba a punto de decir algo cuando el médico salió de la habitación del rubio.
"¿Quiénes son los acompañantes de Uzumaki, Naruto?" – preguntó a lo que ambas chicas se pusieron de pie.
"No presenta ninguna herida grave, salvo la fractura de su muñeca. Le hemos administrado calmantes para evitar que sienta dolor, para prolongar los efectos de estos debe tomar estas pastillas cada 8 horas. Las heridas externas las tratamos con vendajes y están curadas, solo requieren mantención que puede proporcionarse él mismo con un botiquín básico en casa. En cuanto a su mano, nos vimos en la obligación de inmovilizarla con yeso, el cual debe traer por alrededor de dos semanas, luego de transcurrido dicho tiempo debe presentarse a control para evaluarlo y quitárselo. En un par de minutos despertará, entonces podrán llevarlo a casa. Aquí tienen sus objetos de valor, pueden pasar a verlo" – concluyó el médico, entregándole a Hinata el celular y la billetera del rubio.
Ingresaron a la sala donde el chico reposaba, dormido en la camilla.
"Sería mejor si llamas a sus padres, ¿no?" – le sugirió la ojiceleste.
Ella asintió con la cabeza, pero tras llamar al móvil de Kushina y Minato, ninguno de los dos atendió. Sin embargo, minutos más tarde el celular del rubio vibró. Era un mensaje.
"Cariño, lamento no responder tu llamado, papá y yo no podremos llegar a casa esta noche, tenemos una reunión importante en otra ciudad, pero puedes llamar a tu abuelo, besos mi niño, te queremos" – leyó Hinata en voz alta el mensaje que Kushina le había enviado a su hijo.
Usó el celular del ojiazul para intentar comunicarse con el abuelo Jiraiya.
"Dime qué quieres holgazán" – fue lo primero que escuchó cuando el peliblanco atendió su llamado.
"D-disculpe, soy Hyuga Hinata, perdón la molestia pero..." – no alcanzó a terminar de decir cuando escuchó una risa femenina de fondo, demasiado parecida a la de su directora.
"Dime cariño, ¿qué necesitas de mí?" – le preguntó – "Estoy...algo ocupado..." – dijo mientras volvió a escuchar la risa seguida de un "Jiraiya eres un pervertido" con la misma voz, lo que confirmó sus sospechas.
"Disculpe, me preguntaba si usted estaría en casa del Naruto-kun esta noche, porque sus padres dijeron que no llegarían a dormir..." – murmuró la peliazul.
"JAJAJA, por mi no se preocupen, tienen la casa para ustedes solos esta noche si así lo desean, yo ya tengo donde dormir... ¿verdad, Tsunade?" – respondió el hombre, y tras escuchar la risa de la mujer este colgó la llamada.
No sabía qué hacer. Apenas despertó el rubio, fue ayudada por Ino a medio cargarlo, pues estaba algo mareado por los analgésicos. La rubia los acompañó hasta la entrada, y luego se excusó diciendo que debía llegar temprano a casa o la castigarían, pues debía atender el negocio familiar.
La peliazul apenas si consiguió subir al ojiazul escaleras arriba, quien semi consciente se lanzó de espaldas a la cama, abrazando con fuerza a la chica para que cayera sobre él. Se sonrojó por el acto del rubio, y sin embargo este no la liberaba de sus fuertes brazos.
"Naruto-kun...ya es muy tarde, el sol se está ocultando y debes descansar..." – medio dijo la chica, que se veía retenida contra el torso del rubio.
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NaruHina "La melodía de nuestro amor"
FanfictionNaruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo. Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento. Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...